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 Conversaciones en Iowa City

por Wilfredo Cancio Isla

     La cultura cubana acaba de protagonizar una reconfortante jornada de reflexiones en los predios de la Universidad de Iowa. Contra todos los pronósticos y los fantasmas de último minuto, una veintena de intelectuales de la Isla y la diáspora, poetas y novelistas, ensayistas y académicos, confluyeron en el simposio "Cultura, política y cambios en la Cuba contemporánea", que concluyó sus sesiones el pasado fin de semana.
     Aunque en principio la conferencia estaba prevista para celebrarse entre los días 4 y 6 de octubre, la demora de tres invitados, que se vieron imposibilitados de viajar en tiempo desde La Habana, abrió providencialmente una segunda ronda de intercambios, de manera que los "días cubanos" en Iowa City se prolongaron más allá de toda previsión, como para no perder nuestras viejas costumbres.
     Lamentablemente obviado por los medios de prensa, el encuentro en Iowa marcó un hito por múltiples razones, que van desde la posibilidad de reunión entre intelectuales del exilio y de la Isla, en un marco de absoluto pluralismo, hasta la conducta de la academia norteamericana de cara al futuro de Cuba.
     Pocos eventos académicos sobre cultura cubana realizados en EE. UU. durante la última década, han podido juntar en un mismo espacio de discusión a creadores de distintas generaciones con un espectro tan multifacético de experiencias personales, ambiciones estéticas y filiaciones ideológicas. La única ausencia fue tal vez la del oficialismo intelectual, que suele hipnotizar todavía a ciertos círculos universitarios norteamericanos e inundar con desfachatez los congresos de LASA (siglas en inglés de la Asociación de Estudios Latinoamericanos), pero esa excepción no haría más que confirmar la regla.
     La lista de residentes en la Isla incluyó al narrador y dramaturgo Antón Arrufat, Premio Nacional Reina María junto a su Máximo Líderde Literatura; la laureada poeta Reina María Rodríguez; la profesora y crítica Maggie Mateo y una amplia representación de la joven hornada de escritores y ensayistas, entre ellos: Jorge Ángel Pérez, autor de una excepcional novela titulada El paseante cándido (2000); Pedro de Jesús, a quien alguna vez se le ha comparado con Reinaldo Arenas por el fuerte contenido homoerótico de sus relatos; Carlos Alberto Aguilera, fundador del proyecto y la revista Diáspora(s); Jorge Miralles, Premio David 2000 por su volumen de cuentos Las Voces del Pantano; el poeta y dramaturgo Norge Espinosa; la poeta Alexandra Molina y el crítico Roberto Zurbano.
     En el grupo "diaspórico" figuraron los profesores y ensayistas Román de la Campa (Cuba on myJosé Quirogamind y Latin Americanism), Emilio Bejel (José Lezama Lima, poet of the Image y Gay Cuban Nation), José Quiroga (Tropics of Desire), Damián Fernández (Cuba and Politics of Pasión) y Adriana Méndez Rodenas; la antropóloga Ruth Bejar, quien mostró fragmentos de su documental en proceso Adio kerida; así como el historiador Rafael Rojas y el filósofo Emilio Ichikawa, ambos llegados al exilio en fechas recientes.
     El artífice de esta convocatoria fue el profesor Daniel Balderston, un reconocido investigador de la obra de Jorge Luis Borges y entusiasta promotor de la literatura cubana desde que visitó la Isla por primera vez, en 1993. A la tenacidad y la inteligencia de Balderston — director del Departamento de Español y Portugués en la Universidad de Iowa — hay que darles todo el crédito por la consumación de esta iniciativa.
     La idea de Balderston comenzó a fraguarse dos años atrás y estuvo inspirada en el polémico Encuentro de Estocolmo, que en 1994 reunió en la capital sueca a once escritores de la Isla y el exilio, bajo los auspicios del Centro Olof Palme.
     Para Balderston, resulta tremendamente provechoso que la discusión de los temas cubanos se produzca más allá de los espacios tradicionales donde ha tenido lugar por los últimos cuarenta años.Daniel Balderston Sin agenda previa ni compromiso de declaración final, con total autonomía de los participantes para decidir los contenidos de sus ponencias o lecturas literarias, el simposio de Iowa ha servido para confirmar que la cultura sigue siendo un excepcional ámbito de entendimiento cubano —acaso el único posible a estas alturas— y que, a decir de Gastón Baquero, "el diálogo es uno de los más bellos nombres de la libertad".
     La Universidad de Iowa, reconocida en el mundo académico por sus cursos latinoamericanos y su programa internacional de escritores, se unió en este empeño a Grinell College, una institución fundada en 1846. Alumnos y profesores de ambos centros viajaron a La Habana el pasado verano y esperaban ahora compartir y contrastar sus investigaciones cubanas con los expertos visitantes.
     La experiencia de Iowa es única y probablemente irrepetible en eventos de este tipo. En primer lugar, por las características de la delegación de Cuba que los promotores de Iowa consiguieron aglutinar, sin intromisiones de "representatividad" de algunos nombres devenidos rémoras del oficialismo, como Miguel Barnet y Pablo Armando Fernández. Aunque reconocidos y premiados por las instituciones gubernamentales, Arrufat y Reina María — por cierto, los únicos participantes de la reunión de Estocolmo 94 que incorporó el programa de Iowa — han logrado proteger sus respectivas obras literarias de las exaltaciones laudatorias y las corrientes de moda, con un desempeño cívico digno dentro de la Isla. Cercanos al pensamiento irreverente de la joven generación, han sido mentores para muchos de los que ahora compartieron con ellos la aventura de Iowa. Los restantes eran autores que emergieron esencialmente en los años 90, con una contribución desacralizadora tanto en su aprehensión estética como en su actitud social.
     La concepción de un programa abierto a diferentes tópicos de la cubanidad posibilitó completar un amplísimo espectro de enfoques y perspectivas en lo culturológico, lo histórico, lo estético y lo sociopolítico. Pero con la singularidad de que los discursos rebasaron el estancamiento tradicional en torno a la realidad insular y se abrieron a problematizaciones que conciernen más a una Cuba futura. Un país que tendrá que asumir una transición, mas temprano que tarde, y que deberá reajustar su proyecto nacional encarando los retos del mundo globalizado y multicultural del siglo XXI.
     Rojas abrió el foro adentrándose en el terreno de las políticas culturales y abundó en su creencia de que el fenómeno del multiculturalismo está desafiando las "fuertes retóricas de identidad nacional, como es el caso cubano", mientras Ichikawa se cuestionó la "conciencia aséptica y megalomanía [que] ha permitido que en la ideología cubana se haya inflado un nacionalismo sostenido en un grupo de complejos y retraimientos".
     Para Ichikawa la nación debe despertar del letargo y despojarse de las máscaras que la discursividad insular nos ha impuesto desde hace mucho tiempo. La clave para lograrlo tiene para él una clara formulación filosófica: "fundar una heterodoxia respecto a los valores medulares de Occidente".
     Arrufat recorrió su trayectoria literaria y sus días de ostracismo en una biblioteca habanera y sentenció que "luchar a brazo partido contra la indiferencia nacional forma parte de la tradición cubana". Reina hizo una conmovedora evocación en torno a las agonías y las conquistas de la creación poética a partir de sus vivencias personales.
     Mateo revisó los rasgos más sobresalientes de la actual narrativa cubana (erotismo, sensualidad, discurso emancipador, regodeo en lo escatológico) al tiempo que Norge Espinosa hizo una observación medular sobre el cuerpo mismo como objeto literario de los mas noveles escritores: "El cuerpo se ha convertido en espacio de renuncias y revelaciones ante el despojo de valores que atraviesa la sociedad cubana actual... El cuerpo es el arma posible, la geografía de libertad, el modo de reaccionar". 
     Damián Fernández recorrió el escenario actual de las relaciones Cuba-EE. UU. y enfatizó en la significación de los contactos pueblo a pueblo como un puente de comunicación cultural hacia la Isla.
     Que la política del Gobierno cubano haya sido marginada de las sesiones o relegada a conversaciones de sobremesa me parece, más que una limitación, un desafío. De hecho, por su influencia en el acontecer nacional de las últimas cuatro décadas, y también porque va siendo innecesario reincidir en lo que todos reconocemos hasta el cansancio. Desmontar intelectualmente el castrismo ya es ocioso, porque la realidad se ha encargado de hacerlo de manera demoledora.
     En las circunstancias que rodearon el viaje a Iowa hay también una lección importante sobre el panorama político e institucional de Cuba. Escasos días antes de la salida, el grupo de invitados de la Isla había sido citado a la sede de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) para decirles que no podrían asistir al evento. La dirección de la entidad sostuvo dos largas reuniones para convencerlos de la "nocividad" de la conferencia, debido a la asistencia de conflictivos representantes de la intelectualidad del exilio. Se había llegado al punto degradante de bloquearles los trámites de visa y ocultarles la decisión hasta el último minuto.
     Apenas 48 horas antes de tomar el avión, se les dijo que la salida no estaba aprobada y como posible paliativo la UNEAC se comprometía a organizar un evento en EE. UU. donde ellos podrían participar "sin riesgos" de contaminación. La estrategia forma parte de la fiscalización que el régimen está tratando de imponerle a la academia norteamericana, desde organizar los paneles cubanos en la conferencia de LASA a protestar la presencia de intelectuales no deseados.
     Sólo la firme determinación de los invitados de reclamar sus derechos ciudadanos y las cartas imploratorias que profesores cubanoamericanos y norteamericanos hicieron llegar a las más altas instancias de la UNEAC y el Ministerio de Cultura, hicieron posible que el grupo fuera autorizado a viajar, gracias a una decisión "tomada al más alto nivel".
     Que escritores cubanos tengan que someterse a semejante via crucis, a la espera de un execrable permiso de salida, no sólo resulta una humillación sino un signo de la renuencia castrista a ceder su control último sobre sus nacionales, llámense escritores, médicos, atletas o albañiles.
     El Encuentro de Iowa permitió llevar la mirada por encima de esas empobrecedoras circunstancias y conversar entre iguales en un clima de sinceridad que todavía está por llegar a la Isla. Las aguas tendrán que coger su nivel al final de la tormenta.

Encuentro, 26 de octubre del 2001
 
 

El último "swing" de Frank Emilio

El pianista falleció en La Habana a los 80 años. Su estilo exquisito influyó decisivamente en la fusión de los ritmos latinos con el jazz 

Mauricio Vicent

     El jazz latino perdió a uno de sus grandes pianistas y fundadores, el cubano Frank Emilio Flyn, Frank Emilio en su casa en La Habanaautor de melodías memorables del género y pionero en la introducción y fusión de los ritmos populares cubanos y la percusión en el jazz. Frank Emilio, que ha sido considerado por pianistas de la talla de Chucho Valdés como su maestro, falleció la semana pasada en La Habana a la edad de 80 años a causa de un infarto. Sería, sin embargo, un error recordarle sólo como un simple músico de jazz. Pese a ser ciego desde los 13 años, Frank Emilio era un pianista de sólida formación académica y un destacado intérprete de los clásicos. Esta versatilidad y su genio al componer e improvisar lo sitúan entre los grandes de la música cubana.
     En la década de los cincuenta, Frank Emilio compartió escenario con destacados músicos norteamericanos que visitaban la isla para tocar en los clubes habaneros. Actuó entonces con los integrantes del trío de Sarah Vaughan y con Zoot Sims, entre otros, y en la última etapa de su vida fue redescubierto en Estados Unidos gracias a Wynton Marsalis, quien después de conocerle en 1998 en La Habana le invitó a tocar en el Lincoln Center de Nueva York por dos años consecutivos.
     Hasta su muerte compaginó las descargas en locales de tradición jazzística como La zorra y el cuervo con la grabación de discos de diversos géneros: danzones, piezas pianísticas de Lecuona y un álbum magistral de jazz latino, Reflejos ancestrales, hecho para Blue Note.
     Frank Emilio fue fundador del Quinteto de Música Moderna, en el que participaron Israel López, Cachao, Guillermo Barreto, Tata Güines y otros grandes de la música cubana.
     El grupo revolucionó el panorama musical de la isla y fue la semilla de otra agrupación, Los Amigos, en la cual Frank Emilio experimentó la fusión del chachachá, el danzón, el mambo y otros ritmos populares cubanos.
     Por esa misma época se vinculó al movimiento del feeling, que unió bolero y blues de la mano de intérpretes como Omara Portuondo, César Portillo de la Luz y José Antonio Méndez, a quienes Frank Emilio acompañó durante la desenfrenada bohemia prerrevolucionaria. Compuso el famoso tema de jazz latino Mondongo, sandunga y gandinga, equiparable al Manteca de Chano Pozo, con el que han improvisado generaciones de jazzistas cubanos. Otras de sus composiciones famosas son Midnight theme y Zapateo cubano. También es autor de danzones y obras de piano clásico.
     Uno de los hitos en su carrera fue la interpretación del Concierto en fa, de Gershwin, con la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba, para lo cual otro importante músico cubano, Armando Romeu, aprendió braille para traducirle las partituras.
     La docencia fue también otra faceta importante de la vida de Frank Emilio. No sólo fue maestro de varias generaciones de pianistas cubanos, sino que fue sobre todo profesor para los ciegos en su país. Fue autor del libro en braille gracias al cual durante años los invidentes han estudiado música en la isla.
     Con Frank Emilio desaparece un pianista exquisito. Su visión e interpretación de la música cubana crearon estilo.

El País, 27 de agosto del 2001
 
 

Llauradó en los 60

Andrés D. Abreu

     Homenajear a Adolfo Llauradó, indiscutible rostro emblemático del cine cubano, significa hacer una fiesta a decenas de grandes personajes del celuloide, el teatro y los medios audiovisuales queAdolfo Llauradó y Daysi Granados en Retrato de Teresa sobre su cuerpo y desde su talento actoral han crecido y vivido junto a él. A todos los nombres creados en Llauradó para el arte cubano, se sumaron en la mañana de ayer el ICAIC y otras instituciones vinculadas al arte, amigos entrañables e importantes figuras de la cultura, que juntos celebraron el cumpleaños 60 de Adolfo. 
     Ricardo Rodríguez López, director de la agencia artística ACTUAR, recordó los inicios del actor en CMKC, emisora de su Santiago natal. Destacó su historia de entregas sinceras y su crecimiento sobre el Tomás de Lucía y el Ramón de Retrato de Teresa por sólo citar dos de sus más reconocidas interpretaciones. Ricardo subrayó, además, la obra de Adolfo como realizador, quien ya cuenta con una destacada obra documental. Los asistentes tuvieron constancia de la mirada aguda y experimentadora de Llauradó tras la cámara al presenciar Esmeralda, su más reciente trabajo como director. 
     El actor comentó a la prensa que próximamente volverá al teatro dirigido por Loly Gutiérrez en una puesta de La Espera. En el cine aguarda por la filmación de una coproducción con Francia y allí compartirá nuevamente con Daysi Granados. Como realizador, aún no ha concretado una idea para asumir la ficción, a la que quiere llegar con mayor seguridad. Para Adolfo Llauradó, tanto el actor como el director necesitan encontrar una buena verdad para lograr convencer en el arte.
     Adolfo Llauradó es un modelo en cuyo espejo aspiran a contemplarse los mejores actores cubanos, y aún nuestros jóvenes, quienes no vacilarían en gritar: ¡seremos como él! 

Granma, 27 de agosto del 2001
 
 

  Se distribuirá semillas de arroz a campesinos de toda la República.- Al objeto de incrementar el cultivo de arroz, el Ministro de Agricultura, Ingeniero Carlos Hevia, ha adquirido de campesino cubano, elegante, de buenas maneras y sólida educaciónimportantes firmas productoras de los Estados Unidos, un millón de libras de semillas de la más alta calidad en germinación y pureza, las cuales serán distribuidas entre los agricultores.
     Las variedades adquiridas son: Nira, Fortuna, Rexora y Blue Bonet.  En cuanto a la variedad Batista -- considerada la más pura, y la que ofrece resultados más dramáticos -- Hevia afirmó que llegaría pronto por el nuevo puerto de Columbia, el cual estaba siendo debidamente habilitado.  Estamos seguros de que quienes prefieran esta variedad podrán conocer mucho mejor sus virtudes gracias a una cívica iniciativa que busca extender su estudio en los cursos de Biología Nacional de Cuba, que se iniciarán muy pronto en los distinguidos salones de la Sociedad de Damas Dadas A La Protección de los Bustos de Yeso Patriótico.  Se advirtió ayer en Agricultura que los medianos y pequeños agricultores que tengan necesidad de semillas y que no hayan hecho ya sus solicitudes a través de los inspectores municipales, deben hacerlo a la mayor brevedad, pues es propósito del Ministro es hacer la distribución en tiempo oportuno para la siembra, es decir, en la primavera.  Esta advertencia no está de más, sobre todo si recordamos que, con la alegría que embarga a nuestros campesinos -- como el que vemos en esta foto --, éstos podrían olvidar hacer la solicitud de sus semillas.
 
 

La isla en la red

Dean Luis Reyes

     Desde que en junio de 1996 las redes y servidores cubanos quedaran incorporados a las autopistas mundiales de la información, el crecimiento de los contenidos procedentes de la isla en Internet ha sido vertiginoso. Pareciera que a cuanto nos inventamos los cubanos para eludir el encierro del océano, se agregase esta otra manera de enviar señales de vida al mundo.
     La variedad de servicios que desde Cuba se brindan hoy en red va desde los paquetes turísticos tradicionales hasta una universidad virtual, así como el acceso a una amplia gama de mercaderías yMartí en peso contenidos originados en nuestra rica tradición cultural. Por ejemplo, ya las más importantes revistas impresas de temática artística tienen acomodo en sus respectivos sitios web, la mayoría con los índices de cada número y otras con una selección de textos, aunque la aparición de un portal como Cubaliteraria, que abarca la producción editorial y el mundo de los escritores cubanos, anuncia una escalada en las presencia de nuestra cultura letrada en la red de redes.
     Y aunque todavía sean una novedad, prosperan las revistas electrónicas. Hace apenas cuatro meses debutaba La Jiribilla con formato web, y casi inmediatamente contabilizaba miles de accesos, multiplicados tras cada actualización semanal. Con sus entregas temáticas dedicadas a aspectos diversos del acontecer cultural nacional, links a productos multimedia de música, cine, artes plásticas, libros electrónicos y textos clásicos de la literatura cubana en voz de sus autores, e incluso dando cabida al primer experimento de transmitir en vivo y directo por Internet un concierto del grupo Los Van Van (el domingo 26 de agosto en La Piragua, en Ciudad de La Habana), La Jiribilla marca un hito en esta clase de soportes, al hacer evolucionar hacia una variante de comunicación más compleja y abarcadora los primeros atisbos de boletines vía correo electrónico y las publicaciones pioneras en la difusión de la creación artística y los eventos de la cultura en general del país, como es el caso de Esquife.
     Ya está "colgado" en el planeta virtual el primer número de La isla en peso, con frecuencia bimestral. Apropiándose del título que escogiera Virgilio Piñera para quizás su mejor poema, la nueva publicación se propone, según palabras de su director, el crítico y ensayista Roberto Zurbano, "saltar las encrucijadas y espantar la maldita circunstancia del agua rodeándonos por todas partes, es decir, mostrar la isla en sus movimientos naturales: olas que van y vienen, ciclones y barcos que pasan en la alta noche, los paraísos perdidos y las coordenadas no sólo habaneras, sino cubanas en fin, de nuestras letras que se producen en cualquier rincón del universo."
  La isla en peso, que no estará consagrada, como podría deducirse de su bautismo, a difundir la obra de ese Virgilio insular, sí contiene un sabroso apego por las aparentes antinomias que cruzan toda literatura, en la forma de la dinámica natural de ruptura y tradición que instauran el canon y sus violentaciones. De ahí que en su cuerpo se privilegie la creación literaria en todas sus variantes de género, el discurso crítico sobre esa misma producción cultural, el diálogo directo con los autores y la reseña de sucesos y acontecimientos relacionados con la dinámica de la literatura cubana.
     Pero el espectro de Piñera no podría ausentarse de este convite. Entonces, la sección "Una reverencia" da a conocer el cuento La ricura, hasta ahora inédito, rescatado por el poeta y estudioso cubano Jesús Jambrina de la papelería del autor de La carne de René y Electra Garrigó dispersa en los Estados Unidos. Asi mismo, la sección "Carta náutica" propone dos narraciones del joven escritor Ángel Santiesteban, incluidas en el cuaderno Los hijos que nadie quiso, ganador del premio Alejo Carpentier 2001 y aún inédito; poemas de la cubana afincada en Ciudad México, Odette Alonso Yodú, y uno de los ensayos del libro que sobre Virgilio Piñera publicará próximamente la editorial UNIÓN, del escritor Alberto Abreu.
     Otro de los ejes de esta primera entrega de La isla en peso, a la que puede accederse a través del portal de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (www.uneac.com), reside en un haz de textos referidos a la poesía cubana del último siglo, a raíz de la publicación de la antología Las palabras son islas, preparada por el poeta y ensayista Jorge Luis Arcos. La sección "Estación crítica" publica íntegro el estudio introductorio de esa selección, donde Arcos expone su parecer sobre la lírica cubana del siglo pasado y muestra los presupuestos en que se asienta su elección. A seguidas, los escritores Enrique Saínz, Marylin Bobes y Norge Espinosa hacen un primer pase de cuenta al volumen, cada uno desde la perspectiva de su propia promoción literaria.
     La nueva publicación trae además una enjundiosa entrevista realizada por Amir Valle al escritor Reynaldo González, un compendio de noticias y comentarios alrededor del acontecer literario cubano, reseñas de libros y revistas y la sección "Parque Central", que posee el don del dicharacho, la pose conversacional y la prosa aguda de los escritores hablando, como en un parque bullicioso, de lo humano y lo divino. Rompe el fuego el narrador Guillermo Vidal, que rompe lanzas desde el Oriente cubano por la virtud que también encierra escribir en provincia.
     Como servicio conexo, la publicación emite el boletín mensual Noticias de La isla en peso que, vía correo electrónico, mantendrá actualizados a sus suscriptores acerca de los acontecimientos de las letras cubanas e incluye convocatorias a eventos, concursos e información promocional alrededor de los más recientes lanzamientos y próximos títulos de autores cubanos.

Cuba en noticias, 5 de septiembre del 2001
 
 

En el aniversario 45 de El Acoso

Mireya Castañeda

     Cuando en 1956 Alejo Carpentier publica El Acoso, una novela de algo más de cien páginas, estaba seguramente consciente del suceso literario que tendría que sobrevenir.
     En ella, al decir del crítico venezolano Alexis Márquez, uno de los más profundos estudiosos de la Alejo Carpentier acosado por Posadaobra carpenteriana, el más celebre de los novelistas cubanos lograba " expresión cabal y entera" al hallazgo de "una nueva técnica narrativa, plenamente integrada al discurrir humanístico de América que ya apuntaba en El reino de este mundo, y en Los pasos perdidos", con las cuales ya había logrado rotundo éxito.
     Suceso literario por los valores temáticos y estilísticos de El Acoso, no porque haya sido comprendida ni por el público ni por la crítica, y siempre en espera de revalorización.
     Al celebrarse el cuadragésimo aniversario de su edición príncipe ( El Acoso, Ed. Losada S.A. Buenos Aires), se hizo por Letras Cubanas una bellísima reedición que contó con el auspicio de la Fundación Alejo Carpentier. El dibujo de cubierta fue hecho especialmente por el artista Roberto Fabelo.
     La reedición incluyó un documentado prólogo del escritor Armando Cristóbal donde se detiene en los recursos expresivos y la nueva técnica narrativa utilizada por Carpentier, extendiéndose en "dos de sus elementos constitutivos: la estructura y el sentido de composición del temas".
     El propio Carpentier señalaría en una entrevista por los años 60, citada en el prólogo, que "El Acoso es novela en forma de sonata", un hecho novedoso en la literatura latinoamericana, y tal vez esa singular estructura sea uno de los obstáculos que enfrenta el lector.
     "Sinfonía Heroica, compuesta para festejar la memoria de un gran hombre", escribió Beethoven en la dedicatoria de esta obra, y es así precisamente como comienza Carpentier su novela, hecho por el cual se ha sugerido que sea el modelo que realmente utilizó.
     Y es que la música no ha estado apartada en ningún momento de la obra carpenteriana. Ya antes había escrito varios libros sobre el tema, entre ellos La Música en Cuba, pero con El Acoso puedeportada de El Acoso decirse que la inserta definitivamente en su novelística. Recuérdese luego, por ejemplo, La Consagración de la Primavera.
     También en El Acoso, Carpentier logra incorporar modernos recursos narrativos como la retrospectiva, el intercambio de plano narrativos y el monólogo interior para la presentación de sus protagonistas.
"...debe considerarse un error, la tendencia bastante generalizada a identificar como asunto de la novela la lucha contra el (dictador Gerardo) Machado en 1933, cuando ésta no es más que el punto de partida —como referente histórico— para una reflexión sobre el estado de violencia derivado de ella en la Cuba republicana de los 40".
     La creencia de que El Acoso apunta a Machado está dada por la temprana oposición de Carpentier al terror machadista y la persecución (¿el acoso?) a que el propio escritor fuera sometido, teniendo incluso que abandonar la Isla, indocumentado y clandestino.
  El Acoso es una obra realista, una novela de trascendencia política y social, pero válida en sí misma como auténtica obra de arte, apunta Armando Cristóbal.
     Luego el prologuista cita al novelista Enrique Labrador Ruiz, quien, en el fragor de la polémica surgida al momento de la publicación en 1956, subrayaría: "Si yo digo que es su mejor obra, nadie se espante. Sólo quien ha transitado por sendas estrechas sabe cuánto de peligroso hay en esta ascensión que Alejo se impone en El Acoso...Su novela es...el paso del documento a la obra de arte".

Cuba en Noticias, 5 de septiembre del 2001
 
 

  Juzgan al policía que mató a la bella telefonista.- En el regimiento 7 de La Cabaña se celebra un consejo de guerra contra el vigilante de la Policía Nacional número 1608, Antonio Roura, a quien se le sigue la causa número 281, del año 1948, incoada a virtud de la muerteTomasito La Golondrina, alias Raquel de la bella telefonista Raquel Fernández López.
     Como se recordará, la bella joven Raquel fue muerta a tiros por dicho vigilante el día 10 de noviembre de 1948, cuando dicha joven se hallaba en el establecimiento situado en Obispo y Aguiar, falleciendo instantáneamente a consecuencia de las heridas.
     Más conocida como La Bella del Alhambra, Raquel se hizo famosa en algunos de los sitios habaneros más concurridos de la ciudad: lo mismo en las tribunas abiertas, que en el malecón, o en el lobby de hoteles como el Inglaterra o el Plaza, los encantos de Raquel sedujeron a muchos visitantes, turistas, y aún a sus propios vecinos.  Pero había un secreto en su existencia que el repugnante crimen hizo público: Raquel era, en verdad, el nombre de Tomasito La Golondrina, quien logró burlarse de muchos hombres, haciéndoles creer que era toda una femme.  Al parecer, el malhadado vigilante, descubrió su secreto, pero cuando ya era tarde, por lo que - sin pensarlo dos veces - la baleó a la salida de "La flor de mi secreto".  Sus últimas palabras -- las de Raquel -- fueron: "¡Muero por la Revolución!", pero nadie se ha podido explicar qué fue lo que quiso decir. 
     La foto que muestra este trabajo fue la última tomada a la bella jovencita Raquel y nos la fue entregada por su sufrida madre la Sra Linda López.
 
 

Tres películas cubanas en postfilmación

Mercedes Santos Moray

     Tres directores cubanos de distintas generaciones y estilos tienen en proceso de postfilmación las películas: Miradas, de Enrique Alvarez; Nada, de Juan Carlos Cremata y Las noches de Constantinopla, de Orlando Rojas, filmes que próximamente se presentarán dentro y fuera de Cuba.
Enrique Alvarez, graduado de la Licenciatura en Historia del Arte, se ha identificado desde su debut con sus videos y filmes (el cortometraje de ficción Sed y la película La ola, entre ellos), con el cine Mijail Mulkay en Miradasmás experimental, y ahora en su largometraje Miradas materializa el guión con el que ganó Premio Coral, en el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano, lauro que compartió con el poeta, y su coguionista, Sigfredo Ariel.  Se trata de una singular historia donde el protagonista, Iván, joven fotógrafo, recibe una llamada de su novia, que se encuentra en Miami y le avisa de la visita de un marchand que viene a buscar las fotografías para montar una exposición.  Mas las fotos ya no existen, y sobre el mapa de la capital cubana, el dedo de Iván marca un punto al azar, que le permitirá no sólo tomar nuevas instantáneas, sino entretejer el singular argumento, no exento de calidez y de ironía, expresión de la mirada crítica de los más jóvenes realizadores y guionistas cubanos.  Con fotografía del maestro Raúl Rodríguez, dirección de arte de Pavel Giroud y edición de Miriam Talavera y Marisela Sosa, esta nueva película cubana cuenta con las interpretaciones protagónicas de Mijail Mulkay y Jacqueline Arenal y la actuación especial de un monstruo de la escena cubana, Vicente Revuelta, el Premio Nacional de Teatro.  Este filme ha sido financiado, en calidad de coproducción por la Productora Cinematográfica ICAIC.
  Nada, primer largometraje de ficción del actor, escritor y director Juan Carlos Cremata, también se inscribe en el espacio de la realidad cubana contemporánea, y en el universo de sus complejidades.  El realizador, coautor del guión con Manuel Antonio Rodríguez, es egresado del Instituto Superior de Arte, y de la Escuela de Cine de San Antonio de los Baños, así como recibió, enThais Valdés en Nada 1996, la Beca John Simon Guggenheim, y participó, como invitado, en el taller de guión del Sundance Institute.  El argumento, desde su sencillez, devela las contradicciones de una proyección de corte existencial. La protagonista, incorporada por esa excelente actriz que es Thais Valdés, trabaja en una estación de correos.  Sus padres viven en Miami y la anotan en la lotería para que obtenga la visa y la residencia en los Estados Unidos.  Pero un día, en su modesto y rutinario trabajo, comienza a transformarse cuando y desde el anonimato trata de ayudar a los usuarios, a los destinatarios de las cartas hasta que, al final, ha de escoger entre quedarse en Cuba ayudando a su prójimo o partir...
También actúan en esta cinta Nacho Lugo y la talentosa Daysi Granados, en una historia donde hay mucho de tragicomedia, que también cuenta con la fotografía de Raúl Rodríguez. Esta película ha sido financiada por la Productora Cinematográfica ICAIC, conjuntamente con DMVB Films, de Francia, PHF Films, de España e Intramovies, Canal +, de la península ibérica, y Venida A --, de Telentuba.
     El veterano Orlando Rojas, graduado en Lengua y Literatura Francesa, fue el director de la más Zulema Hernández en Las noches de Constantinoplaimportante película cubana de los 80: Papeles secundarios, y ahora, después de muchos años sin dirigir, aborda una comedia, Las noches de Constantinopla, donde hay buena dosis de humor negro, donde se conjuga el ingenio caribeño, el absurdo y el erotismo.  Esta obra fue financiada por la Productora Cinematográfica ICAIC y El Paso Producciones, SL, con un reparto estelar encabezado por Francisco y Liberto Rabal, así como con la notable actriz Verónica Lynn y el début cinematográfico de Zulema Hernández, joven y talentosa actriz del grupo Argos Teatro, muy aplaudida por la crítica y el público por su doble interpretación en la obra de Bertolt Brecht, El alma buena de Tse Chuan.  Filme cuyo guión ha sido escrito por el propio Rojas, a cuatro manos con Manuel Antonio Rodríguez (quien colaborara igualmente con Cremata en Nada), cuenta con la fotografía del maestro Angel Alderete, y música de Pavel Urkiza, así como con la actuación especial de la célebre vedette cubana Ros(it)a Fornés.

Cuba en Noticias, 5 de septiembre del 2001
 
 

¿¡Sexdance... o danza y sexo!?

Waldo González López

     Danza y sexo son abordados por Ramiro Guerra (La Habana, 1929), Premio Nacional de la Danza l999, en su más reciente volumen que mereciera en el 2000 el importante Premio Alejo Carpentier de Ensayo en su primera convocatoria: Eros baila: danza y sexualidad, publicado sólo semanas atrás por la Editorial Letras Cubanas y ya agotado en las principales librerías del país.
     Se trata de un riguroso estudio histórico/analítico de esta manifestación en el mundo y en Cuba, a través de sus expresiones erótico/dancísticas desde los orígenes de la Humanidad hasta fines del siglo XX, pasando por etapas difíciles para las mujeres, cuando éstas fueron sustituidas por hombres (como en la corte de Luis XIV) y otras, no menos complejas para los hombres, quienes también serían echados a un lado en otro momento del ballet clásico.
     Esta vivisección ensayística del fenómeno danzario a través de distintas épocas, es realizada con una percepción honda y un pleno conocimiento de la materia por el también autor de títulos no menos significativos como, entre otros, Apreciación de la danza (l968), Teatralización del folklore y otros ensayos (l988), Calibán danzante. Procesos etno-culturales de la danza en Latinoamérica y el Caribe (l993) y Coordenadas danzarias (2000).
     En dos amplios capítulos: "Danza y erotismo" y "Erotismo y danza cubana", el iniciador de la danza contemporánea en la Isla (que en l959 creara el Conjunto Nacional de Danza Moderna, hoy Danza Contemporánea), define con talento diversos momentos claves de esta expresión artística en conjunción con el erotismo a través de la Historia.
     En esta nueva obra, el Doctor Honoris Causa en Danza 1989 aborda a fondo aspectos cenitales para un mejor conocimiento de esta rica manifestación, a cuyo desarrollo en Cuba tanto ha aportadoportada de Eros baila: danza y sexualidad el propio autor. Así, en la primera página del capítulo, "Danza y erotismo", afirma que "si en todas las demás artes esa temática (la sexualidad) se ha utilizado con mayor o menor amplitud, es en la danza que su presencia ha sido más activa (en tanto) resulta incontrovertible que cuando alguien baila instaura, inmediatamente, un aura de sexualidad alrededor de su persona".
     Apoyado en una sólida bibibliografía especializada en varios idiomas, Ramiro Guerra da fe de su probado rigor en una materia en la que es innegable ejemplo en Cuba, donde ha sido y es, a un tiempo, bailarín, coreógrafo, promotor, maestro de diversas generaciones de bailarines y hoy continúa siendo el principal promotor de la misma con sus varios libros de ensayos publicados durante los últimos años, con los que ha realizado y realiza una valiosa labor divulgativa de este arte que en las últimas décadas ha experimentado un notable salto de calidad, por lo que ha podido la danza cubana contemporánea hombrearse con las de otros ámbitos europeos e, incluso, el norteamericano.
     Pero el notable autor no sólo historia la danza en su vínculo con el sexo, sino que, incluso, aborda aspectos singulares de ésta en su país, en especial con coreografías propias, como las de sus colegas más significativos (Eduardo Rivero, y sus discípulas Marianela Boán, Rosario Cárdenas, Pepe Hevia y otros).
     Vale la pena apuntar que su Decálogo del Apocalipsis, que debía haber estrenado en abril de l97l el Conjunto Nacional de Danza Moderna, tras un año de intenso laboreo en su complejo montaje, sería suspendido por mentes abstrusas de funcionarios mediocres, temerosos de una obra total que habría revolucionado la danza en Cuba, pero cuya supresión "costaría casi una veintena de años de retraso cultural en este arte", tal con plena razón confiesa..
     Por otro lado, el autor realiza un admirable análisis de los procesos estéticos en las diferentes artes que dieron lugar —de algún modo convergiendo sin proponérselo, pero combinándose inexorablemente en un toma y daca emergente– a la última corriente estética del siglo XX: el postmodernismo, que en la danza ha dado lugar a singulares propuestas —entre las que no escapa el homosexualismo—de las que igualmente da fe el autor en un volumen singular por su valor ensayístico/histórico/informativo.
     En tal sentido, apunta ya al final de su estudio el Maestro Ramiro Guerra, que "nuestra danza, al unísono con la cultura danzaria universal de la época, no ofrece duda alguna de estar en buena forma de apoyo a las mejores intenciones en pro del desarrollo de una saludable filosofía que equilibre al ser humano del futuro con su propia sexualidad, cualquiera sean los caminos para llegar a ella con una identidad capaz de ser respetada".
     En fin, Eros baila. Danza y sexualidad constituye una muy valiosa contribución para el estudio y el mejor conocimiento de esta manifestación en Cuba y el mundo. Por ello, su publicación —como la de su precedente Coordenadas danzarias (Ediciones Unión, l999)— resulta un hito editorial que no debe pasar inadvertido para los amantes y fans de esta expresión artística tan ligada al cuerpo y, en consecuencia, a la sensualidad y la sexualidad.

Cuba en Noticias, 12 de septiembre del 2001
 




Presunta biografía sobre Rosita Fornés

Ada Oramas

     Retratar con palabras la trayectoria de una figura de alta popularidad entraña varios riesgos. Uno de ellos es dejarse arrastrar por el carisma del entrevistado, en otros, poseer una especial habilidad para atraparlo en una red de preguntas que lo conduzcan hacia determinados objetivos prefijados de antemano por el autor.
     Desde su nacimiento a la fecha, están descritos, con excesiva prolijidad, detalles de su infancia, pasando por su debut, a los 15 años en el programa radial La Corte Suprema del Arte, en 1938, hastaRosita Fornés, la chica ye-ye llegar a 1999, fecha en que constituyeron las sesiones de entrevistas, con un fuerte acento en su vida privada, tal como es característico en las biografías dedicadas en otros países a la intimidad de una estrella, con el fin de atraer lectores aplicando la divisa de Maquiavelo: el fin justifica los medios.
     Y esta constante primó en el libro dedicado a Rosita Fornés, por la editorial Letras Cubanas, en el cual su autor procura obtener —y lo consigue— declaraciones que frisan el sensacionalismo por parte de quien fue declarada en la década del 50, en México como la primera vedette de América.
     Rosita se ha mantenido en Cuba en primer plano de la popularidad desde su regreso de México, en 1952 y un año después fue elegida Mrs. Televisión, junto a Armando Bianchi, su compañero en el arte por aquellos tiempos, quien meses después compartiera su vida por espacio de treinta años. Aquel título era la evidencia del mayor éxito de un artista ante las cámaras y propiciaba la continua aparición en la pantalla chica. Y, desde aquel momento, la Fornés centralizó espacios fijos en el Canal 4, primero y en CMQ Televisión, posteriormente, en el Canal 6, el más importante hasta hoy en Cuba.
     El libro testimonia no sólo esta etapa, sino el decursar de la carrera de la artista y su proyección internacional, bien amplia básicamente en territorio azteca, donde la denominaron "la novia de México", país donde en el intervalo comprendido entre 1945 al 52, desplegó una intensa labor que la colocó en el pináculo de la fama, en cine y teatro. Varias páginas dedica el libro a su matrimonio con el destacado actor Manuel Medel, padre de su hija, de quien Rosita salió huyendo y, por años, no pudo regresar al país, por sus amenazas.
     También deja constancia de la película que rodó en Puerto Rico, bajo el título de Palmer ha muerto, en 1965, y refiere sus grandes éxitos en España, al igual que sus giras por los países socialistas, en la década del setenta, al igual que sus actuaciones en los ochenta, nuevamente en México, en una reaparición que constituyó un verdadero acontecimiento.
     Parte de la biografía se dedica a las opiniones de la artista sobre colegas suyos de Cuba, de México, de Argentina, así como de intelectuales conocidos y reconocidos en Hispanoamérica, con un espacio verdaderamente excesivo, lo cual hubiera podido emplearse en incluir fragmentos de críticas de la prensa acerca de la Fornés y evitar que ella misma narrara las reacciones del público y la crítica, pues las breves notas incluidas al final del libro no bastan para dar una idea precisa de su trascendencia.
     Incluso el material gráfico de que dispone Rosita podría haber enriquecido mucho más el volumen, aun cuando las fotos seleccionadas dan una idea de su labor en todos los medios y en la amplia diáspora de sus facultades, que le han permitido incursionar en el arte lírico, la música popular, de la canción al tango, pasando por la zambra, un rezo a los orishas como Babalú y la teatralización de textos musicales en Balada para un loco y El Comediante.
     Otra vertiente de su carrera también está expuesta en las páginas de esta presunta biografía , en cuanto a su trabajo actoral que este año le valió el Premio Nacional de Teatro, otorgado por el Consejo Nacional de las Artes Escénicas.. El libro transita por toda una serie de puestas en escena y la pequeña pantalla, no todas de igual rango y no enfatiza de modo suficiente en Confesión en el barrio chino, de Nicolás Dorr, que fue el punto más alto de esta faceta de Rosita, por lo cual mereció el premio de actuación en el Festival Internacional de Teatro de La Habana en 1984..
     Evelio R Mora induce a la artista a opinar sobe acontecimientos históricos nacionales e internacionales, en los cuales sus argumentos no poseen la profundidad de análisis requerida. Creo que una trayectoria artística de la envergadura de Rosita Fornés merecía detenerse en determinadas etapas de su carrera y de su historia y no diluirse en vericuetos que nada aportan a la visión integral de la artista más versátil que ha pasado por la escena cubana, aclamada hace sólo unos días en el Anfiteatro del Centro Histórico por miles de espectadores. La Fornés sigue esperando un retrato a su medida.

Cuba en Noticias, 12 de septiembre del 2001
 
 

Exterminaron a LA MARIPOSA

por Armando Canalejo

     La policía de la Octava Estación, al mando del Capitan Lorenzo Villafranca, ha dado una Rabo de Nube intenta sacar el arma al ver acercarse a un policíaextraordinaria batida a los menores delincuentes de la demarcación, al haber "atomizado" nada menos que a la banda La Mariposa, la cual, bajo ese inocente emblema, resultaba un peligro impresionante para la propiedad ajena. Bueno, era una mariposa negra.  Entre sus fechorías se cuentan el asalto a una estación de la Policía Nacional, donde se apoderaron de un gran armamento -- enorme, tremendo, grandísimo --, y no conformes con ello, los bandidos obligaron al joven que estaba de guardia a que entregara su propia arma, la cual, por cierto, era también de gran calibre.  Otra de las célebres acciones de La Mariposa lo fue el desvío de un ómnibus lleno de fuertes, aguerridos y jóvenes macheteros.
     Felicitamos al Capitán Villafranca por ese ejemplar servicio de desbaratar la peligrosa banda, cuyos aleteos ya habían ocasionado importante pérdidas entre los vecinos de esa zona del Malecón.
     El problema de las bandas barrioteras es viejo, tan viejo quizás como el robo organizado, pero por lo que advertimos, ya la policía se muestra dispuesta a exterminar dichos grupos.  El jefe de la banda, más conocido como Rabo de Nube, tendrá que responder muy pronto por sus odiosos crímenes.  De nada va a servirle esta vez su espléndida juventud, ni su belleza, ni esa mirada fiera, fría, con que lo atraviesa todo.  ¡¡Ojalá pudiera castigarlo yo mismo!!
     Hoy cayó La Mariposa. Mañana caerá La Araña, luego La Pájara Pinta, La Isla en peso, la Habanera Tú, y así, por el estilo, acabaremos con tales animalejos inquietantes.
 
 

Rosario Suárez: la serenidad y el esplendor

     En la cúspide de su carrera como primera figura del Ballet Nacional de Cuba, Rosario Suárez se cansó de tanta inopia espiritual, canceló su vida en la isla que la vio nacer y decidió buscar nuevos horizontes, no exentos de incertidumbre.
     "Lo dejé todo atrás con mucha tristeza'', recuerda. "Pensé no volver a bailar''.
     En su arte vital y deslumbrante es un mito precoz. Musa de su generación, cada regreso de Suárez a las tablas deviene privilegio para los sentidos. El VI Festival Internacional de Ballet de MiamiRosario Suárez (Charín) (sus fechas fueron cambiadas, debido a los terribles hechos de Nueva York y Washington, para el 19, 20 y 21 de octubre), dirigido por Pedro Pablo Peña, le acaba de ofrecer un escenario.
     Las dos presentaciones previstas ya están rodeadas del embrujo que acompaña las interpretaciones irrepetibles. "Baila Charín'', en boca de sus numerosos devotos, es el anuncio que antecede estas esporádicas actuaciones públicas.
     "Se trata de dos piezas, un Pas de deux apenas conocido del coreógrafo Petipa, titulado Talismán; y La muerte del cisne, de Fokine'', dice. "Es la primera vez que los interpreto en Miami''.
     Sencilla, terrenal, Charín para todos, dirige una academia de ballet en la Calle 8, asistida por su inseparable hija Paola, recién egresada de New World School of the Arts. Nada revela en su conversación pausada y queda la fuerza telúrica que desencadena sobre el proscenio. La fama no ha mellado un ápice su personalidad.
     "Mi mamá me llamó Charín desde pequeña, cuando yo ni soñaba bailar ballet, sino rumba. Luego, unas vecinas, quienes hoy son famosas compositoras, las hermanas Diego, me embullaron para que concurriera a una escuela de ballet que apenas se abría en La Habana''.

El resto es historia

     Egresada de la Escuela Nacional de Arte, desde 1968 ostenta el rango de primera bailarina del Ballet Nacional de Cuba, legendaria compañía dirigida con mano de acero por Alicia Alonso, con la cual viajó por más de 30 naciones. Luego sobreviene una breve pausa, ciertamente arriesgada, acto de infidencia insólito dentro del rigor académico y político del imperio de la "Primera Bailarina Absoluta''.
     Charín se aventura en otro mundo al probar suerte en el grupo alternativo Ballet Teatro de La Habana.
     "No resisto el estancamiento y el paternalismo. Me aburrí de repetir los mismos personajes. Fue una experiencia provechosa en todos los sentidos. Me entrené como actriz. Comencé a moverme diferente. Creo que la estadía en el grupo resultó ser enriquecedora, más gregaria, menos elitista''.
     Regresó al Ballet Nacional poco antes de partir definitivamente.
     Buena parte de la crítica especializada coincide en considerar a Charín como una personalidad original en su arte depurado. Un crítico llegó a decir, con marcado apasionamiento, que la bailarina cubana reinventa los más conocidos personajes de la tradición clásica cada vez que los interpreta. Se abunda, incluso, sobre su estilo, como una suerte de temprano legado para futuros ejecutantes.
     "Lo que me propongo es comunicarme con el público. El alarde técnico, vencer las barreras que impone el cuerpo es aburrido. Yo quiero sorprender con cosas nuevas, asombrar, contar una historia, reflejar la personalidad de los personajes que interpreto. Mi aspiración es hacer arte sin límites, lo cual resultó ser incongruente con los estrictos parámetros de una compañía como el Ballet Nacionalde Cuba''.
  Talismán, una de las piezas que trae al Festival de Miami, cuenta la historia de dioses que llegan a la tierra para curiosear entre los humanos, no sin antes ser advertidos sobre las tentaciones que les aguardan. La diosa llega con un talismán, lo pierde, un maharajá lo encuentra y se lo devuelve. Se enamoran, ella vuelve a perder el resguardo a propósito, desaparecen sus facultades divinas y se queda en la tierra con su amante.
     El segundo ballet escogido por Charín para el Festival es La muerte del cisne, coreografía que Mijail Fokine hiciera especialmente para Anna Pavlova en 1907, verdadero tour de force sobre la fragilidad de la vida y la fuerza que nos hace defenderla. La bailarina siente una admiración especial por la mítica Pavlova.
     El año pasado en España protagonizó un espectáculo exitoso bajo la dirección de Anna Cuoccolo, acompañada del italiano Toni Candelero, titulado Anna Pavlova: diálogos del alma, espectáculo que espera se repita este año. "Eran como fotos que se animaban, pinceladas de la existencia de la excelsa rusa''.
     Por otra parte, el escritor Abilio Estévez se ha propuesto escribirle un texto para el próximo Festival del Monólogo de Miami sobre la vida de una bailarina poco antes de presentarse al público.
     "A veces siento el deseo de hablar durante una interpretación danzaria donde todo debe ser dicho con movimientos, suspicacias, sugerencias. Esta será una buena oportunidad para expresarme totalmente con el auxilio de la palabra''.
     El cine ya lidió con Charín cuando asumió una parte esencial de su propia vida en el documental de Marisol Trujillo, Mujer ante el espejo, sobre la experiencia del embarazo, así como en la película de Aarón Yelín: Dos Gladys para ti, obra del cine alternativo que diera sustancia a la década del 80 en el arte cubano.
     "Todo el mundo tiene una idea de lo que es una bailarina'', susurra Charín sobre la Hidra de Mil Cabezas. "El público puede ser implacable. Yo vengo con una idea preconcebida que puede no funcionar. Los baletómanos de Cuba son una fuerza viva y constante. Después de cada función se te acercan y te hablan de lo que fue bueno y de las partes débiles o no logradas. Son críticos entrenados, inmediatos en hacer sus conclusiones. Confío, sin embargo, en que las cosas que se hacen con convicción, perduran''.
     Ahora está dedicada en cuerpo y alma a la docencia. Tiene clases con niñas y adultos de lunes a sábados en jornadas largas y agotadoras donde a veces pierde la noción del tiempo y descubre que no ha ingerido alimentos como es debido.
    "Hay personas que quieren aprender a bailar, otras llegan para dejar sobre el tabloncillo todo lo negativo del día'', comenta. "A mí me satisface ayudar, contribuir al bienestar físico y espiritual''.
     Charín siempre parece responder a la adversidad con una sonrisa. Su rostro transparenta la serenidad de estar haciendo lo correcto.
     "Cuando partí para España, mi hija, de apenas nueve años, se mostraba inadaptada y triste. Me decía que estaba sola. Yo sabía que vendrían tiempos mejores y trataba de transmitirle a ella ese sentimiento. Ya se graduó. Ahora busca una compañía donde bailar y quiere proseguir estudios superiores. Dejar un lugar donde no tiene sentido regresar te da miedo, pero las tormentas se disipan con trabajo y perseverancia''.
     No pocas sagas suelen referir que las divas son seres complejos para la vida cotidiana. Insufribles, con egos de talla extra.
     "Creo que no encarno el estereotipo o mi familia hace lo posible por apoyarme en todos los sentidos y no tengo tiempo ni disposición para hacer de sus vidas un calvario. Sería una malagradecida. No puedo quejarme, tanto mi esposo como mi hija se desviven para que yo siga siendo quien soy''.
     Charín, la leyenda, ha madurado y prestigia la ciudad de Miami con su arte. Ahora vuelve a emerger de la autoimpuesta reclusión académica para deleite de un público leal, que parece no tener fronteras. Cuando las luces del VI Festival Internacional de Ballet de Miami se encendieron, fue el cisne que fenece eternamente y la diosa enamorada capaz de prescindir de sus atributos divinos en aras de ser libre y real.
     "La noche de 1995 que me presenté por primera vez en Miami, en el escenario del Gusman, el público me sorprendió con tan cálida bienvenida, fueron tantos los aplausos y las expresiones de cariño que por un instante pensé estar en el teatro García Lorca de La Habana'', dice.  "Fue como un deja vu: la prueba de que valía la pena seguir bailando y ser feliz''.

El Nuevo Herald, 13 de septiembre del 2001
 
 

Antonio Colinas, premio Poesía de la Academia Castellano-Leonesa

Raidel Hernández, de Cuba, gana en la categoría de noveles

Madrid 

     Antonio Colinas (La Bañeza, León, 1946) obtuvo ayer el IV Premio 2001 de Poesía que otorga la Academia Castellano-Leonesa. Según declaró el poeta, premio Nacional de Poesía y autor de libros como Sepulcro en Tarquinia, Hacia el infinito naufragio, Los silencios del fuego o Libro de la mansedumbre, este galardón le llega en un 'momento creativo y de rendimiento' por coincidir con la próxima publicación de su decimotercer libro de poemas, Tiempo y abismo. Antonio Colinas obtuvo el galardón a la mejor trayectoria literaria en la categoría de poetas consagrados, dotado con 1,5 millones de pesetas. El jurado se decidió por Colinas entre 20 finalistas.
     En la categoría de noveles, el premio, dotado con 750.000 pesetas, se disputó entre 10 finalistas. Finalmente recayó en Raidel Hernández (Cuba, 1972) por su libro Alabanza del tiempo, del que se destacó su construcción formal, en la que el joven poeta ha sabido combinar clasicismo y contemporaneidad.
     El jurado estuvo presidido por Carlos Bousoño y compuesto por Pere Gimferrer, Antonio Piedra, Andrés Quintanilla y Javier Lostalé. Los premios, convocados por la Academia Castellano-Leonesa, están patrocinados por el BBVA en colaboración con la Fundación Jorge Guillén.

El País, 16 de septiembre del 2001
 
 

Cintio Vitier, en su 80 aniversario

Cintio VitierEl pasado 26 de septiembre, el poeta, ensayista, narrador y crítico cubano Cintio Vitier arribó a su 80 aniversario.  Sin lugar a dudas, la labor intelectual de Vitier le ha reservado un merecido lugar de honor en la historia de la cultura cubana.  Integrante del grupo Orígenes, y autor de, entre otros títulos importantes,: Lo cubano en lapoesía (ensayo), De peña pobre (novela), Nupcias (poesía) 
Poetas cubanos del siglo XIX (semblanzas), La crítica literaria y estética en el siglo XIX cubano (crítica y ensayo), Cincuenta años de poesía cubana 1902--1952 (antología), Las mejores poesías cubanas (antología), Los grandes románticos cubanos (antología), resulta imposible prescindir de su trabajo como crítico, poeta, y aún lector inteligente y agudo de José Martí.  En 1959 dirigió la Nueva Revista Cubana.  Fue director de la Revista de la Biblioteca Nacional José Martí (1962), del Anuario Martiano (1968--72) y de la Sala Martí (1968--73).   La Habana Elegante lo felicita y le desea salud. 
 
 

Instituto de Danza Alicia, en España

Toni Piñera

     Inmersa nuevamente en el trabajo aquí en casa, Alicia Alonso siempre es fuente de buenas noticias, una de ellas su testimonio de participación, días atrás, en la firma del documento con el queAlicia Alonso la Comunidad de Madrid y la SGAE se comprometieron a apoyar al recién creado Instituto de Danza Alicia, adscrito a la Universidad Rey Juan Carlos. En ese alto centro docente se impartirá, por primera vez en España, la danza con un nivel universitario, dijo. 
     Al referirse a la gira que finalizó el BNC la pasada semana, la bailarina cubana destacó, por sobre todo, que brilló nuevamente la juventud de nuestra compañía: esos jóvenes bailarines del cuerpo de baile, los solistas y las primeras figuras que ya son bien conocidos y aplaudidos allá. Pero también los recién graduados que dejaron en claro la tradición del BNC y la Escuela Cubana de Ballet. "Hemos bailado todo el tiempo, sin descanso. Los teatros abarrotados y un público deseoso de vernos. En España, particularmente, nos esperan cada año por esta época". Entonces recordó frases hermosas que escuchó a su paso por la península ibérica: "No olviden de volver", y una que particularmente la emocionó cuando le dijeron que el BNC debería llamarse Ballet Nacional de Cuba y de España. "Es un elogio muy grande de ellos que quieren que uno también les pertenezca". 
     Habló de los 10 años ininterrumpidos bailando en el Teatro Albéniz, de Madrid, y señaló "hemos roto todos los récords, bailar tanto tiempo, y cada año en un teatro fuera de nuestro país. Es algo que nos hemos ganado con nuestro trabajo. El Lago... volvió a acaparar la atención del público español, pero Los millones de Arlequín, de Pedro Consuegra, que se estrenó allí, atrapó al auditorio. El último día, como se trata de oro y millones hicimos que cayeran del `cielo' chapillas de oro. Fue como una lluvia dorada que cerró la temporada y mucho gustó", expresó Alicia sonriente, mientras agregaba: "Ahora estoy ensayando otra vez, porque quiero estrenar un ballet, coreografiado especialmente para mí por Fokine, para la Gala Siglo XXII que tendrá lugar en Luzor en el año 3100". 

Granma, 24 de septiembre del 2001
 
 

El disidente cubano Huber Matos, Premio Comillas de memorias

Cómo llegó la noche abarca de 1952 a 1979 

     El ex comandante de la revolución cubana, preso político durante dos décadas y actualmente disidente afincado en Miami Huber Matos Benítez (Yara, Gramma, 1918) obtuvo ayer el Premio Comillas de biografía, autobiografía y memorias por su obra Cómo llegó la noche. El jurado del galardón, convocado por Tusquets Editores y presidido por Jorge Semprún, destacó 'el indiscutible valor testimonial' de las memorias de Huber Matos. El Premio Comillas está dotado con dos millones de pesetas y una estatuilla en bronce del escultor Joaquín Camps. 
  Cómo llegó la noche es un testimonio que abarca 27 años, desde el golpe de Batista en marzo de 1952 hasta octubre de 1979, cuando Huber Matos salió de prisión, según explicó ayer el autor. Matos, que según su propio testimonio sufrió torturas físicas y psicológicas durante sus años de cautiverio castrista, expresó su deseo de que Cuba se convierta en un Estado de derecho, 'el mismo compromiso que teníamos en 1959: restablecer la democracia en Cuba'. El autor dedica una parte de su obra a su etapa revolucionaria, de 1952 a 1959, y el resto a sus 20 años de cárcel, en los que trató de que no le 'envenenara el odio'.
     A la decimocuarta edición del Premio Comillas se presentaron 62 obras, de las que el jurado -formado por Miguel Ángel Aguilar, María Teresa Castells, Jorge Edwards, Santos Juliá y Antonio López Lamadrid, además de Jorge Semprún- seleccionó cuatro finalistas. En el acta del fallo se destaca 'el indiscutible valor testimonial de las memorias de uno de los más carismáticos dirigentes de la revolución cubana, que encabezó la guerrilla al lado de Fidel Castro hasta la toma del poder por éste en enero de 1959, ocupando altos cargos en su Gobierno y que, por profundas divergencias ideológicas con la orientación totalitaria que adquiría la política de Castro, nueve meses después de la triunfal entrada en La Habana junto a Fidel y Camilo Cienfuegos, fue juzgado sumariamente y condenado a 20 años de cárcel, condena que cumplió hasta el final'.
     Tras salir de la cárcel en 1979 y pasar una corta temporada en Costa Rica, se trasladó a Miami, en donde participó en 1980 en la creación de la agrupación Cuba Independiente Democrática (CID) como secretario general de la misma. Durante las décadas de los años ochenta y noventa realizó numerosos viajes, especialmente por los países americanos y también por España, y desarrolló una continua y apasionada defensa de los postulados anticastristas. En 1996 mostró públicamente su satisfacción por la ley Helms-Burton, que reforzaba el embargo de Estados Unidos a Cuba. El pasado mes de mayo, en un artículo publicado en El Nuevo Herald, Huber Matos volvía a defender el embargo en su vertiente y concepto más radicales.
     Huber Matos fue encarcelado en 1959 después de explicar a Fidel Castro en una carta las razones de su abandono de las filas revolucionarias. 'Mi espíritu no flaqueó en ningún momento, ni mi ánimo se tambaleó nunca', explicó tras su liberación 20 años más tarde.

Cómo llegó la noche se publicará en la colección Tiempo de Memoria, de Tusquets.

El País, 26 de septiembre del 2001
 
 

La VI edición del Premio de Novela Fernando Lara

premió al escritor José Carlos Somoza (Cuba, 1959) por su novela Clara y la penumbra, una historia futurista sobre el mundo del arte. "Es una novela de suspense, donde la intriga tiene mucha importancia. Todo unido a un personaje que funciona como asesino o como destructor de obras de arte'', afirma el escritor. Somoza obtuvo anteriormente los premios La Sonrisa Vertical 1996 (Silencio de Blanca) y el Café Gijón 1998 (La ventana pintada).

Eliseo Cardona, El Nuevo Herald, 23 de septiembre del 2001
 
 

Entre Tablas con Virgilio

Antonio Paneque

     Aporte de novedad para la escena cubana está llamado a ser el Premio de Dramaturgia Virgilio Piñera que, convocado por la revista Tablas, las ediciones Alarcos y el Consejo Nacional de Artes Escénicas, llama a su primera edición a todos los creadores nacionales del género. 
     También con el auspicio del Ministerio de Cultura y la colaboración del Instituto Cubano del Libro, Virgilio Piñera pensando en una broma colosalla cita se realizará bienalmente, después de esta edición, y constituirá un lúcido reconocimiento y postrer homenaje a uno de los inmortales de la escena cubana, cuya proyección artística e influencia en dramaturgos herederos trascienden los fluidos de la época en que vivió. 
     Entre sus propósitos inmediatos, sus organizadores persiguen "estimular la creación y promoción de obras literarias dramáticas" de los autores, quienes podrán enviar a este certamen trabajos en castellano que no tengan compromiso de publicación con ninguna editorial ni estén incluidos en otro concurso. 
     Los originales deberán ser enviados a la revista Tablas Ediciones Alarcos (San Ignacio No.166, entre Obispo y Obrapía, La Habana Vieja), antes del viernes 14 de diciembre del presente año, y el ganador merecerá un premio único e indivisible, consistente en diploma y 3 000 dólares, así como su publicación y el correspondiente pago por derecho de autor. 
     Si la pieza ganadora es resultado de la creación de varios autores —precisan directivos de Tablas— el premio en efectivo será distribuido entre ellos, previo acuerdo entre las partes. 
     El jurado de esta primera edición del Premio de Dramaturgia Virgilio Piñera estará presidido por una de las figuras contemporáneas más emblemáticas del género, Abelardo Estorino, e integrado por otros dos miembros, cuyos nombres aún no se han dado a conocer. 
     El anuncio público del ganador será informado el 22 de enero del próximo 2002, con motivo del Día del Teatro Cubano, en un acto que formará parte del Programa General de la Feria Internacional del Libro de La Habana, cuya undécima edición se desarrollará en febrero de ese año.

Granma, 28 de septiembre del 2001
 
 

Centenario de la Biblioteca Nacional José Martí

     La Biblioteca Nacional de Cuba fue fundada el 18 de octubre de 1901, amparada en la ley militar No. 234 del Gobierno Interventor norteamericano. Su primera ubicación sería un salón de 30 x 7.5 metros, en el Castillo de la Fuerza, con un fondo inicial de 3151 volúmenes donados por su primer director Don Domingo Figarola Caneda, quién apenas unos meses después de iniciado su mandato es obligado a trasladar la Biblioteca al departamento de Instrucción Pública, y tres meses después a la Maestranza de Artillería, donde permanecería hasta 1925.
     La Biblioteca padece otro traslado de los fondos bibliográficos nacionales, exactamente en 1929, esta vez una parte al Capitolio Nacional y otra a los sótanos de la antigua Cárcel de la Habana donde un incendio la destruyó.
    Los despojos perpetrados contra la Biblioteca durante años y el abandono oficial promovieron heroicas campañas lidereadas por el historiador Emilio Roig de Leuchsenring, quien funda en 1936, laBiblioteca Nacional José Martí sociedad Amigos de la Biblioteca Nacional, por medio de la cual denuncia el caos educativo y cultural que vivía Cuba, y en especial, la máxima institución bibliotecaria del país. En 1938 por demanda de un ignorante y despiadado jefe de policía, José Eleuterio Pedraza, la Biblioteca Nacional es trasladada otra vez, de la Maestranza de Artillería al Castillo de la Fuerza. Pedraza ante los intentos de defensa que alegaran los encargados del tesoro cultural de la nación, amenazó con tirarlo todo al mar. 
     Por estos años es designado asesor técnico de la institución el escritor José Antonio Ramos, quién emprendería la catalogación y clasificación de los fondos existentes. Ramos además confecciona e implanta un sistema decimal universal. En su época se crea la junta de patronos y el 21 de marzo de 1941 se promulga la Ley No. 20, denominada de Financiamiento para la elaboración de parte de la zafra de 1941, la que en su artículo 21 establecía un impuesto de medio centavo sobre cada saco de azúcar de 325 libras. El importe de esta recaudación sería entregado a dicha junta para que se encargara de la compra del terreno y la construcción de un edificio, al cual debía dotarse de las estanterías, muebles y talleres necesarios.
     En 1949, por iniciativa de Don Fernándo Ortíz, la junta de patronos acuerda designar con el nombre de José Martí al edificio que se construiría años después. La junta adquiere por 300 000 pesos el terreno correspondiente. La colocación de su primera piedra tuvo lugar el 28 de enero de 1952, y se comenzaron los trabajos, una vez aprobado el plano de situación por el ministerio de obras públicas. El 12 de junio de 1957, mediante el decreto número 1664, se dispone la entrega del edificio a la junta de patronos, así como el traslado de la Biblioteca Nacional al nuevo inmueble.

Website de la Biblioteca Nacional José Martí
 
 

Ciudad de pura estirpe cubana

Waldo González López

     La Habana siempre ha sido y es mito y fábula, pero igualmente realidad tangible, presencia irredenta de un paisaje arquitectónico, una forma de trazar y caminar sus calles, una manera de asumir día a día la existencia.
     A sólo unos pasos y con apenas extender una mano, ya la tienes ahí: sencilla y dúctil, mas portada de Poesía de Ciudad de La Habanatambién inviolable y rebelde. La Habana posee su fabulosa poesía que asumimos y consumimos con autenticidad inigualable, casi sin percatarnos, quienes aquí vivimos y convivimos. Entre saludos fugaces, abrazos efusivos y encontronazos inolvidables (de los que no escapa el amor), sus moradores --que ya somos más de dos millones-- la amamos particularmente en sus rincones de la Habana Vieja y el Malecón, como en sus arbolados repartos de poéticos nombres (Santos Suárez y El Vedado, Miramar y Arroyo Naranjo).
     Lo mismo sucede con los de sus calles, cuyas nominaciones se me antojan fragmentos de alguna novela de Alejo Carpentier (uno de sus mejores y mayores amantes y admiradores, quien le dedicaría un sobrenombre genial: La Ciudad de Las Columnas).
     A esta ciudad cantada por tantos cubanos y extranjeros que se quedaron, enamorados, en ella o que sólo estuvieron breves temporadas y partieron tristes por abandonarla contra su voluntad, uno de sus poetas y estudiosos más prolijos: Ángel Augier dedicaría un valioso volumen que, en conjunto, resulta un hermoso canto a la capital.
     Sí, Poesía de la Ciudad de La Habana, colección de versos a ella dedicados, fue presentada sólo días atrás en el Palacio de los Capitanes Generales, ámbito natural del bello libro cuya sola presencia ya inspira a cualquier poeta.
     El título, ante todo, es obra de fino laboreo, y su exquisito resultado merece el elogio. ¿Quiénes cuidaron tan hermoso regalo que ahora tienen los lectores? Bien, pues la cuidada edición es de Eliana Dávila, el diseño interior y de cubierta de Berardo Rodríguez, la corrección de Sonia Carreras y la composición y el retoque de Evelio Almeida. A ellos, pues, nuestro reconocimiento por un libro de tal empaque y jaez.
     Pero, ante todo, hay que exaltar a su autor, cuyo talento y entusiasmo son rasgos habituales en el mismo Ángel Augier de los ensayos biográficos de Nicolás Guillén, los estudios sobre José María Heredia, Julián del Casal y Juana Borrero, así como del volumen sobre el vínculo de Rubén Darío y Cuba, sin olvidar esenciales antologías poéticas ni sus propios poemarios, cuyas más recientes muestras son Arbolario (l998) y Decimario mío (l999).
     Augier, como en algunos de los libros arriba mencionados, no ha cejado en su riguroso laboreo como investigador y, en consecuencia, no ha escatimado a su fértil empeño horas y más horas de dedicación y exigente tarea.
     Y ahora disponemos, por fortuna, de este importante volumen que reúne nada menos que 119 autores cubanos y extranjeros, poetas y prosistas (aunque, como es lógico, predominen los primeros), todo un conglomerado lírico que constituye, sin duda, una coral multiforme por su polifonía sonora y estrófica (sonetos, décimas, romances, versos libres...)
     Otro rasgo sobresale en el análisis de la antología. Y es el número de poetisas. Siempre se ha dicho que Cuba es tierra de poetas. Ahora yo añado: también de poetisas, tal aquí se evidencia. Textos de figuras como La Avellaneda, Dulce María Loynaz, Serafina Núñez, Rafaela Chacón Nardi, Fina García Marruz, Nancy Morejón y Mirta Yáñez, entre otras confirman lo que digo. Justamente, de la habanera Rafaela Chacón Nardi (l926-2001) son estos hermosos versos dedicados, por cierto, a uno de sus ámbitos preferidos de la capital y donde se presentara Poesía de la Ciudad de La Habana, el patio del Museo de la Ciudad: Del patio al azul celeste / elevas tu arquitectura / que en su altivez bien procura / virtual obelisco agreste. / Yagruma del noroeste, / con su estampa soberana / le das la antigua Habana / corona de fiel verdor / y gracia y vivo esplendor / de pura estirpe cubana.
     De otro importante poeta cubano contemporáneo, Miguel Barnet, son estos versos de su libro La piedrafina y el pavorreal (l963): "Las luces son blancas en La Habana de noche / el Malecón es propicio al amor / y junto a Yemayá / un barco se hunde lentamente ante mis ojos./ Imposible dormir en el paseo / es demasiado hermoso / y esta nostalgia mía / y los fantasmas en mi traje / y las mujeres con las frutas en las manos / y las caderas anchas con olor a musgo. / Y todo.
     Y de alguien que, a pesar de su muerte repentina, dejó una huella profunda en las letras y la plástica cubanas, el poeta y artista plástico Fayad Jamís (l930-l988), son estos fragmentos de "Si no existieras": Qué sería de mí si no existieras, / mi ciudad de La Habana. // Si no existieras, mi ciudad de sueño / en claridad y espuma edificada, / qué sería de mí si tus portales, / tus columnas, tus besos, tus ventanas. / Cuando erré por el mundo ibas conmigo, / eras una canción en mi garganta, / un poco de tu azul en mi camisa, / un amuleto contra la nostalgia.
     Sin duda, con Poesía de la Ciudad de La Habana, Ángel Augier ha entregado un aporte de valía al cosmos lírico y entrañable de nuestra emblemática ciudad, hoy más que nunca amada en tan diversos ámbitos geográficos e idiomáticos.

Cuba en Noticias, 10 de octubre del 2001
 
 

Naufragio y sedición en la Isla de Juana (Poesía 1987 - 1995)

     Es el título del poemario que hemos recibido en nuestra Redacción.  El autor es un joven habanero que, desde 1996, reside en Boston.  Jorge Salcedo -- tal es su nombre -- estudió Letras en la Universidad de La Habana, aunque no concluyó sus estudios.  Residió en Ecuador desde 1992 hastaJorge Salcedo 1995, donde trabajó como editor cultural y diseñador gráfico para periódicos de Quito y Guayaquil.  Naufragio... fue editado por la editorial Betania.  Dejemos que sea el propio Salcedo quien se presente a los lectores de La Habana Elegante:

Y qué decir de mí, un poeta
definitivamente reaccionario,
un joven lejos del emblema y la causa
y la sangre y el sueño;
un cuerpo en el que rompen las estatuas
y el polvo avanza de un lugar a otro
sin heroísmo, hablando bajo
con la hierba que crece,
con el muñón del árbol que persiste,
y el agua, claro, que resbala.

     Esperamos que este poemario sea el primero de otros que los lectores no demoraremos en agradecer, en hacer nuestros.  La Habana Elegante felicita a Jorge y a Betania por la edición que, a la calidad de los textos, aúna la belleza de su cubierta.
 
 

Falleció el escritor Guillermo Prieto

     A la edad de 79 años falleció ayer en esta capital, víctima de cáncer, el escritor Guillermo Prieto (La Habana, 1922), quien se contó entre los raros narradores cubanos que apostó desde la medianía del siglo pasado por una prosa de resonancias poéticas que desbordó los límites del realismo. En tal sentido, su producción se asocia con las de Miguel Collazos, Rogelio Llópiz y Oscar Hurtado.
     Entre sus libros destacan Acquaria, Cuentos de agua y Días y días de Narciso. Por voluntad expresa del escritor, su cuerpo será cremado, y en lugar del tradicional velatorio, sus colegas, amigos y lectores podrán rendirle tributo cuando en los próximos días, en fecha aún por precisar, se presente el último texto que concibió, la noveleta La mansión, editada bajo el cuidado de la poetisa y crítica Basilia Papastamatíu.

Granma, 11 de octubre del 2001
 
 

Ballet Nacional de Cuba inicia gira por Estados Unidos. Debut de Víctor Fowler

     LA HABANA, 10 oct (EFE).- El Ballet Nacional de Cuba, que dirige la bailarina Alicia Alonso, inicia hoy una gira por Estados Unidos, se informó en La Habana, según un despacho de EFE.
     Una nota divulgada por el departamento de prensa de esa institución cultural indica que para estas Víctor Fowler en una interpretación memorable: María Taglioni en el Grand Pas de Quatrepresentaciones la compañía cubana ha elegido el espectáculo "La magia de la danza", que ofrece la posibilidad de apreciar la riqueza acumulada en siglos de desarrollo del ballet clásico.
     "Esa antología -señala- recoge importantes momentos del arte coreográfico del siglo XIX, en versiones paradigmáticas que constituyen una muestra del respeto y creatividad con que la escuela cubana de ballet enfrenta la tradición".
     Durante la gira por EEUU que se extenderá hasta el próximo 25 de noviembre, la compañía cubana de ballet también interpretará las coreografías de Alicia Alonso sobre los originales de "Coppelia", versión de Marius Petipa, y de "Giselle", de Jean Coralli y Jules Perrot.
     Nuestra Redacción ha sido informada -- por Víctor Fowler, la estrella invitada de la Compañía -- que el debut de este joven escritor, de quien no sospechábamos poseyera tales virtudes danzarias, tendrá lugar en el prestioso escenario del Kennedy Center, en Washington DC.  Fowler, recientemente ascendido al rasgo de primo viaggero assoluto -- amén de dissoluto -- interpretará el solo Calibán (con guión de Roberto Fernández Retamar y música de N G La Banda) y concluirá suFelixia enkarna una perfecta Karmen presentación con el Pas de Deux El Cisne Negro (en un arreglo especial de Álex Pausides).  La Habana Elegante envió a uno de sus periodistas a La Habana, el cual consiguió la foto de Víctor que aquí incluimos, y que nos lo muestra en todo su potencial: interpretando a María Taglioni en el Grand Pas de Quatre.  Los roles de Carlota Grissi, la Cerito, y la Fanny Essler, estuvieron a cargo de Antón Arrufat, Sara González y Celina González.  A Víctor se le unirá en Washington la maitre del Ballet del Versalles (no de Versalles) Felixia La de Párraga, la cual someterá a consideración del respetable su Pas de Deux Tu Manigua En Mi Bohío (ballet mambí en un acto, y con acompañamiento de la Orquesta y Coros del ICRT). El vestuario, polvos y joyería, por cortesía de la Papa Blue de Qui-Biz-Kein). Ofrecemos a los aficionados una foto de Felixia interpretando Karmen en el pasado Festival Internacional de Ballet de La Habana. Como puede apreciarse, sus extensiones son fenomenales y le dan ese aire de seguridad en sí misma, tan necesario en la Isla.

Juventud Rebelde, 11 de octubre del 2001
 
 

Dos poemarios

Fernando Rodríguez Sosa

     Ediciones Unión ha publicado dos títulos que tienen varias características en común. Ambos son poemarios y ambos, igualmente, están firmados por dos autores galardonados con el Premio Nacional de Literatura, la más alta distinción otorgada a un escritor de la Isla por la totalidad de su obra. Se trata de La huella en la arena (372 pp), de Antón Arrufat, y Libro de la ciudad (428 pp), de César López.
     "¿Cómo explicar mi asombro, al encontrar contra el espíritu de los tiempos, libros que unan literatura y filosofía, y que sin ser una cosa ni la otra, logren esa estrecha y difícil relación en el entreverado de esa luz?". Así se pregunta la poetisa Reina María Rodríguez, en el texto que presenta estos "poemas reunidos" de Antón Arrufat (Santiago de Cuba, 1935), en La huella en la arena.
     Un volumen que ofrece al lector un panorama del ejercicio lírico que, a lo largo de casi cuatro décadas, ha desarrollado el también narrador, ensayista, crítico y dramaturgo. Quehacer poético que está recogido, entre otros títulos, en cuadernos como En claro (1962), Repaso final (1963), Escrito en las puertas (1968), La huella en la arena (1986), Lirios sobre un fondo de espada (1995) y El viejo carpintero (1999).
     El acercamiento a esta antología posibilita el contacto con la poesía de un escritor de lúcido y cuidado verso. Un discurso que, a través del hábil manejo de diversos recursos estilísticos, traslada su mensaje. Un mensaje que es muestra de esos temas que han preocupado, y ocupado, a su poesía, elogiada por lectores y críticos en su real alcance y trascendencia. 
    Libro de la ciudad es, asimismo, en cierto sentido, una obra totalizadora. Porque en estas páginas se reúnen los poemas incluidos por César López en su serie dedicada a la ciudad, aparecida en 1967, 1971 y 1997. Libro de sólida factura, expresión de un modo muy propio y singular de abordar el hecho poético en su más perdurable dimensión.
     "Realismo y evocación se conciertan en los tres libros — apunta otro poeta, Efraín Rodríguez Santana —: a la intensidad descriptiva con marcados acentos épicos, se funde el símbolo y las insinuantes y desbordantes paradojas que imperan con crudeza y que rebelan inusitadas combinaciones existenciales entre los que habitan y deshabitan la ciudad."
     César López (Santiago de Cuba, 1933) ha dejado, y aún deja, su personal y auténtica huella en la lírica cubana contemporánea. Además narrador y ensayista, su bibliografía atesora volúmenes como Circulando el cuadrado (1963), Silencio en voz de muerte (1963), Apuntes para un pequeño viaje (1966), La búsqueda y su signo (1971), Quiebra de la perfección (1983), Ceremonias y ceremoniales (1990) y Consideraciones, algunas elegías (1994). 
    La huella en la arena, de Antón Arrufat y Libro de la ciudad, de César López, son dos entregas editoriales cuya lectura resulta obligada para quienes pretendan profundizar en la obra de estos conocidos y reconocidos autores. Mas, no solo por ello, sino también porque ambos cuadernos son el más fehaciente testimonio de dos poetas que enriquecen el universo lírico cubano de entre siglos.

Juventud Rebelde, 13 de octubre del 2001
 
 

La identidad de Achy Obejas: escritora cubana

Olga Connor

     Achy Obejas es poeta antes que nada.

     Por eso no nos deben extrañar los pasajes de intenso lirismo en su última novela, Days of Awe (Ballantine), que presentó en Miami a principios de septiembre.
     Autora de Memory Mambo y We Came All the Way from Cuba So You Could Dress Like This?, esta periodista del Chicago Tribune comenta que sus primeros premios fueron en literatura.
     En 1986, el Fellowship en Poesía del National Endowment for the Arts, difícil de conseguir, pero que recibió sin esfuerzo, sin presentar un proyecto específico. ``Cuando recibí el cheque de $20,000 del Tesoro de Estados Unidos, firmado por Ronald Reagan --que era el héroe de mi papá-- una amiga le tiró un rollo entero de fotos'', dice riéndose. Apenas podía creerlo. 
     A pesar de esto, desde muy temprano fue atrapada por el incentivo de las rotativas.
     ``El periodismo fue una manera práctica de aplicar mis conocimientos'', explica. ``En el proceso me enamoré del periodismo por otras razones: por la urgencia, por el impacto, y porque me da entrada a todo tipo de gente que en otros sentidos no serían parte de mi vida''.
     Se refiere a que a los 25 años (ahora tiene 45), tuvo la oportunidad de entrevistar, en Chicago, a Jorge Luis Borges, y luego, en 1996, a Octavio Paz, el gran poeta mexicano. 
     Desde muy joven escribió para el Reader, un semanario al estilo del Village Voice, y también anuncios de radio y comerciales en la TV en español. 
     Recientemente ha provisto quizás sin quererlo, material de consulta para profesores y estudiantes universitarios de la literatura latinoamericana, con su artículo en The Village Voice: From Havana with Love, A New Generation Faces Cuba's Dark Reality, que refleja una visión panorámica y altamente informativa de la última literatura cubana.
     Aunque escribe en inglés, sorprende su excelente manejo del español, lo que atribuye a su padre, quien, ``de manera tiránica'', los obligaba a ella y a su hermano a leerlo y hablarlo desde que llegaron al exilio, cuando Obejas tenía sólo 7 años. 
     ``¡Habla español, es tu idioma!'', le decía su padre como una consigna.
     Desde hace cinco años, también lo practica con su amiga, la artista cubana Tania Bruguera, a quien conoció en un programa de intercambio en el Instituto de Arte de Chicago.
     En su adolescencia, vivió la bohemia de la gran ciudad que aún es el centro de su vida. Se habían mudado para Michigan City, y al otro lado del lago estaba Chicago.
     ``En días claros se podían ver las luces de la gran ciudad''.
     En la secundaria iba a conciertos y al teatro, y luego con sus amigos se escapaba a los clubes, porque a los 17 se hacía pasar de 19, que era el requisito. Oía jazz en los fabulosos centros nocturnos de Chicago y frecuentaba las barras de los travestis.
     ``Eran lugares fascinantes e increíbles. Siempre identificaba el arte y la cultura con Chicago, ni me pasó por la mente ir a otra ciudad''.
     Quizás fuera ésta la razón de que por mucho tiempo escribiera crítica de la vida nocturna de la ciudad para el Chicago Tribune. 
     Todo esto la llevó a no graduarse hasta 1993 de Master's en Fine Arts de Warren Wilson, una universidad en las Carolinas que le permitía estudiar sin estar en residencia.
    Days of Awe transcurre en Cuba, lo que la llevó a viajar a la isla. Se basa en la vuelta de una joven que quiere saber el secreto de su padre, un judío que esconde su origen. 
     ``Yo había viajado a Cuba en el 95, y volví en el 97. En el 98, regresé, porque quería investigar, tener algún tipo de conocimiento directo de la vida diaria. Viví en La Habana Vieja, pero no me jacto de haber experimentado la realidad cubana, tenía el privilegio de haber venido de afuera. 
     ``Allí parezco cubana, y en el momento que quiero, paso por alguien de La Habana. Pero cuando quería usar las computadoras de los hoteles, tenía que especificar que era norteamericana, me aprovechaba de la doble identificación''.
     En La Habana, asistió a todas las sinagogas que pudo, pero anónimamente. Tuvo la suerte, además, de que en el momento que se decidía a escribir sobre el tema judío en Cuba, la investigadora Schulamith Haladi llegaba con una beca al Museo Judío de Chicago, y precisamente le dieron el nombre de Obejas para que se conocieran.
     ``Ella me enseñó a ver las claves'', dice la escritora. ``Por ejemplo, en la santería hay un rito que es el despojo: se coge una gallina viva y se pasa por el cuerpo entero, pero eso no tiene nada que ver con lo que se hace en Africa, pero sí con un rito sefardita de la noche antes de Yom Kippur. Esencialmente, cogen la gallina y le dan una vuelta por encima de la cabeza''. 
     La pregunta es si esto es coincidencia o influencia, en este caso, tendría que ser de los judíos en los africanos cubanos, ya que con la Conquista llegaron muchos judíos españoles a Cuba. Entre ellos, gente importante como Luis de Torres, intérprete de Cristóbal Colón, que se queda en Cuba, una de las personas que comienza la industria del tabaco en la isla; Rodrigo de Triana, el médico del Almirante, quien sale de España precisamente el mismo día que se da la orden de expulsión de los judíos. Y seguirían llegando como, en el siglo XVII, el obispo Santa Cruz, que era en realidad judío escondido.
     Obejas aclara, sin embargo, que ``el cuento de Days of Awe es imaginado, no es historia, no es verídico, no es autobiografía''. Se toma libertad creativa, porque lo que en realidad le interesa es la tensión entre la identidad privada y la identidad pública.
     Es por esto que se ven problemas en la novela, que quizás se den de modo más agudo en estos días en otros países, como es el caso de los Anusim en el suroeste de Estados Unidos y en México; pero que quizás se hayan experimentado en la Cuba de fines de los años 30, cuando se rechazó a la mayoría de los judíos del buque San Luis, cargado de refugiados de Alemania --en Estados Unidos y Canadá no dejaron exiliarse a ninguno. O en los 40, cuando una pareja a lo Romeo y Julieta se suicidó por amor en El Bosque de La Habana.
     ``Es como una memoria histórica que llevan los judíos dentro de sí'', y que ella traslada en la novela a la realidad cubana, explica. Y es también un reflejo del problema de dilucidar cuál es la parte cubana y cuál la parte americana en una cubanoamericana como ella.
     ``La persona que mejor ha escrito sobre esto es un chicano que se llama Richard Rodríguez, los sentimientos que él expresa en una voz literaria extraordinaria me afectaron muchísimo'', dice la escritora. 
     Además, siente una afinidad, casi una identidad personal con los judíos --aparte de su apellido de conversa--, pues se crió en un barrio judío de Michigan City. 
     Sentía las semejanzas entre los modelos de esa sociedad y los de su familia. Se parecían a ella físicamente. Y, sobre todo, estaban obsesionados con las noticias internacionales, al igual que sus padres. 
     Estaba siempre asistiendo a la sinagoga, donde invitaban a personalidades judías de importancia internacional. Allí conoció a Betty Friedan y a Isaac Rabin, comenta. 
     ``Los veía como una comunidad muy progresiva, que oía música clásica, que leía, y me afectó, sobre todo, su gran sentido de justicia social, sus valores cívicos. Yo no vivía en Miami, y ése fue mi mundo. Para mí fue un shock bastante fuerte dejar Michigan City''.
     Cuando se ahonda en lo profundo de la literatura de Achy Obejas, sin embargo, y si se le pregunta a ella ¿quién es?, destaca sobre todas las otras influencias su filiación cubana. Y lo declara muy orgullosamente y aunque escriba en inglés: ``I am a Cuban writer''.

El Nuevo Herald, 14 de octubre del 2001
 
 

La sombra, el asombro

Rogelio Riverón

     Conformar un estilo requiere de un aprendizaje que a muchos, aunque parezca raro, no les resulta. Es un juego peligroso, qué duda cabe, pienso mientras recuerdo libros truncos por el empecinamiento en repetir procederes demasiado extáticos como para seguir siendo arte. Tratar de que el estilo rebase la costumbre, de que, sin carecer de rostro, constantemente se transforme, es una tarea difícil, pero un escritor no tiene más remedio que cumplirla, so pena de hacer el ridículo.
     Ena Lucía Portela, hasta ahora, parece dueña de una manera de escribir en que las fórmulas se hallan tan bien resueltas, que uno sigue creyendo en la originalidad. Me refiero a ello puesto que su estilo —ya que de eso hablamos— se regodea en el lenguaje para amasar una atmósfera casi siempre cargada, como nubes bajas. A partir de ese detalle alguien pudiera pensar que a sus textos les sobran palabras, pero otros creemos que las usa con una precisión en la que no faltan la parodia y una superstición precisamente lexical, promisoria.
    La sombra del caminante (Ediciones Unión, 2001) es una novela en la cual la meticulosidad consigue una bella exaltación del texto literario. Ena Lucía Portela se vale de una historia de homicidios para desarrollar una tesis sobre los estados del alma, que pasa de ser un catálogo de ansiedades, por obra, quizás, de la irrupción de un sutil discurso ensayístico y de su propensión a la irreverencia. El lenguaje reclama nuevamente un rol más digno que el de mensajero. Contar la historia importa tanto como la historia misma, y para conseguir su fin Ena Lucía pasa de ser escueta a ser puntillosa, inserta con alegre precisión en el discurso vocablos de la jerga, se finge displicente en el uso de los pronombres, desafía a los cazadores de diminutivos, es onomatopéyica cuando menos lo esperamos y nos ofrece, al fin y al cabo, una inteligente recreación del habla popular.
     Para sus personajes que viajan del mundo hacia sí mismos la Portela guarda una especie de misericordia literaria que los exime de parecer caricaturas. Debe ser gracias a una peculiar sensibilidad que ronda todos los pasajes de esta novela sobre la violencia, que el que la lee se reconoce a salvo de tantos lugares comunes establecidos por quienes recurren al tema. Y por el sentido de totalidad, tan bien diseñado en La sombra del caminante, una especie de ópera que hace guiños burlones a la cultura pop, y a la tradición cultural más o menos rancia.
     La novela cubana del presente se mueve por una diversidad que debiera alentarnos. Es cierto que algunas se dan por satisfechas con haberse planteado ciertos desbordamientos, antes de ver sus efectos en esa suerte de estética nacional, panorámica, que sería nuestra narrativa. Pero hay otras, no pocas, que acarrean la gota verdadera al torrente, gracias a que consiguen significar más allá de lo que es evidente. La sombra del caminante resulta, por su polisemia y por su envidiable ambigüedad, una de esas auténticas gotas.

Granma, 15 de octubre del 2001
 
 

Pablo Milanés hizo vibrar al público en la presentación de Pablo Querido

     AFP/ El cantautor cubano Pablo Milanés junto a otros intérpretes iberoamericanos hicieron vibrar a las 10 000 personas que en la noche del lunes presenciaron, en Ciudad México, el nuevo material Pablo Milanésdiscográfico del artista antillano, Pablo querido, donde también se escuchó la voz del colombiano Gabriel García Márquez, premio Nobel de Literatura.
     Durante dos horas, Milanés deleitó a quienes asistieron al Auditorio Nacional de la capital mexicana, acompañado del Grupo Ilapu (Chile), Alberto Cortéz (Argentina), Eugenia León (México), Fito Páez (Argentina), Soledad Bravo (Venezuela), Lucecita Benítez (Puerto Rico), Milton Nascimento (Brasil) y Fher (vocalista del grupo mexicano Maná).
     Los artistas interpretaron 19 melodías impregnadas de romanticismo, entre las que figuraron baladas rock, boleros, salsa y ritmos musicales caribeños.
     Entre gritos, aplausos ensordecedores y chiflidos, Milanés llegó al escenario ataviado con camisa y pantalón de mezclilla, ambos de color azul, para ofrecer las melodías que en el disco interpretó con artistas que no pudieron asistir al concierto, como Armando Manzanero (México), Caetano Veloso (Brasil), Iván Lins (Brasil), Ricardo Arjona (Guatemala) y Marco Antonio Muñiz (México).
     Antes de cantar Para vivir, Comienzo y final de una verde mañana, Sandra, La novia que nunca tuve y El amor de mi vida, Milanés señaló que se siente "el hombre más feliz de la Tierra, porque se cumplió mi sueño y el de muchos amigos, el estrenar el disco Pablo querido, en compañía de maravillosas personas".
     "Dar un poco de atención a la poesía suaviza los sentimientos y el alma, en esta época tan dura", agregó Pablo, uno de los fundadores de la Nueva Trova cubana.
     El recital continuó después de que García Márquez, a través de un vídeo, leyera unas palabras que quedaron registradas en la historia del disco que se presentaba y que forman parte de la introducción del mismo.
     Nuevamente una gran cantidad de chiflidos se escucharon cuando el romanticismo de la noche llegó con Milanés y con Alberto Cortéz, al ofrecer la pieza Juegos de muerte.
     Eugenia León interpretó Ya se va aquella edad y logró hacer bailar a Milanés con esa pieza que contiene una mezcla de ritmos caribeños. Más tarde Fito Páez cautivó al público al cantar con el cubano la balada rock Sábado corto.
     El sabor de la salsa y el calor de la candela se hicieron presentes en la noche, cuando Soledad Bravo y Lucecita Benítez movieron sus caderas al ritmo de ese género musical, en compañía de Milanés y de varios coristas.
     Pablo esperó sentado al brasileño Milton Nascimento para cantar a dúo La soledad, y ambos mantuvieron prendado al público para recibir al cantante cubano Francisco Céspedes, quien con su compatriota interpretó La felicidad e hizo gritar al público.
     Milanés finalizó su recital con una sonrisa en el rostro al interpretar la canción Yo pisaré las calles nuevamente (que no estaba programada para esa noche) y que dedicó al chileno Miguel Enríquez, fundador del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), cuyos integrantes lucharon contra la dictadura de Augusto Pinochet.

Encuentro, 17 de octubre del 2001
 
 

Una colección devuelve la vida a la música del barroco latinoamericano

El Programa Repsol YPF graba tres discos

J. A. R. | Madrid 

     La extrema espiritualidad de unos sonidos que han atrapado la esencia de la vida de tiempos remotos. Es eso lo que contienen tres discos compactos de música barroca latinoamericana que acaban de aparecer: El Gran Barroco del Perú, El Gran Barroco de Bolivia y Selva y vergel decubierta del cd Baroque Cantatas from Stgo de Cuba (Esteban Salas)Músicas en la Real Audiencia de Quito y el Virreinato del Perú. Más adelante irán apareciendo nuevas grabaciones como parte del Programa Repsol YPF para la Música de Latinoamérica. Se trata de una sofisticada aventura que cuenta con el apoyo de la Unesco, que ha considerado la iniciativa como una investigación equiparable en ambición y rigor a las que realizara Cousteau en el campo de la oceonografía o, en el mundo de la arqueología, las de las excavaciones del Valle de los Reyes, en el Nilo.
     El musicólogo Alejandro Massó está al frente de este proyecto que desarrolla sus investigaciones en Perú, Bolivia, Argentina, Ecuador, Colombia, Guatemala, Cuba y México.
     'Hasta el momento se han rescatado más de 10.000 partituras, de las que se han grabado unas 200', explica Massó. No es una tarea fácil. Lo que ha quedado de las composiciones de entonces está tremendamente desperdigado. 'Con lo que muchas veces el trabajo se convierte en una auténtica pesquisa detectivesca. Parte de una composición puede estar en una pequeña iglesia y el resto en cualquier otro sitio. Así que es necesaria una sofisticada tecnología, que analiza la trama de papel en la que se componía, para reconstruir cada pieza'.
     El programa también reconstruye edificios o instrumentos. En los discos, las partes corales han sido interpretadas por el Coro Exaudi de La Habana, dirigido por María Felicia Pérez, y se han grabado en la capital de Cuba. Las partes instrumentales, que interpretan los solistas del mismo grupo, se graban en cambio en los lugares donde fueron tocadas hace siglos. La iglesia de San Lorenzo de Potosí (Bolivia) o el templo parroquial de Andahuaylillas (Perú), por ejemplo. Pequeñas piezas de una belleza cristalina, cantadas en quéchua, español o latín, casi siempre escritas por autores anónimos. Una iniciativa impagable.

El País, 21 de octubre del 2001
 
 

Convocatoria al Premio de Poesía Eugenio Florit

     La asociación "ALAS de la Histórica Pequeña Habana", organización de servicios a la comunidad Eugenio Floritpor medio del arte y la literatura, fundada el 29 de octubre de 1999 e inscrita en el estado de Florida, Estados Unidos, como una corporación no lucrativa el día 25 de agosto del año 2000, convoca al I
PREMIO DE POESIA EUGENIO FLORIT.

Las bases del premio son las que siguen:

1.- Participantes: Hispanohablantes nacidos en ambos lados del Atlántico sin importar el lugar de residencia actual y poetas que escriban en español sin distinción de raza o lugar de nacimiento.
2.- Obras: Cada concursante podrá presentar una sola obra, con entera libertad de rima, medida y temática, y deberá ser original e inédita, escrita en español, no premiada en otro concurso ni pendiente a fallo de otro premio de poesía.
3.- Presentación: Originales por quintuplicado, impresos a doble espacio y por una sola cara en pliegos de 8 1/2" x 11", debidamente encuadernados, cosidos o grapados y en perfectas condiciones de legibilidad. Rige el sistema de plica, en la portada de la obra sólo se imprimirá el título y el
seudónimo del autor y en el exterior de un sobre pequeño se repetirán los mismos datos sellando la información personal del autor:  nombre y apellidos, nacionalidad, domicilio, teléfono, correo electrónico y breve reseña bio-bibliográfica.
4.- Extensión: Los trabajos no deben tener más de 48 pliegos impresos incluyendo la portada, el índice y las portadillas en caso de que el poemario esté dividido en varias partes. La extensión de los trabajos en relación a la cantidad de versos o líneas debe ser no menor de 500 y nunca exceder la cantidad de 700 versos.
5.- Envío: I PREMIO DE POESIA EUGENIO FLORIT. ALAS de la Histórica Pequeña Habana. 1548 SW 8th St. Miami, Florida 33135. Los trabajos participantes pueden ser enviados a la dirección que antecede por correo ordinario o podrán entregarse personalmente en dicho local de lunes a viernes y en horario de oficinas. Para información llamar al (305)649-0315.
6.- Admisión: Queda abierta la admisión de trabajos a partir del día lunes 15 de octubre del 2001, aniversario del nacimiento de Eugenio Florit, y se recibirán hasta el día viernes 15 de marzo del 2002, a las seis de la tarde. Para los trabajos enviados por correos, se aceptará esta última fecha como
válida siempre que esté consignada en el matasellos del sobre.
7.- Premio: Se entregará un premio único e indivisible en ceremonia a efectuarse en el día lunes 15 de abril del 2002, día en que se terminó de imprimir, en el año 1937, el libro Doble acento, uno de los títulos cardinales del poeta cubano y de la literatura hispanoamericana en general. El jurado, cuya sentencia será inapelable, no está facultado para declarar desierto el premio que estará dotado con $500 USD, la publicación de la obra ganadora con una tirada de 500 ejemplares y una obra de arte (pintura o escultura) donada por un artista miembro de ALAS. Los derechos reservados de la primera edición serán compartidos por el editor y el autor, que recibirá cincuenta ejemplares de la misma.
8.- Resumen: El hecho de concursar en este premio de poesía implica la total aceptación de las siete bases definidas arriba. Los originales no premiados no serán devueltos por correos, pero se marca un plazo de treinta días a partir de la fecha de premiación para que puedan ser recogidos presentando un documento de identidad o una carta notarizada delegando dicha responsabilidad en otra persona para el caso de los autores que no residan en la ciudad de Miami.
 
 

Una escultura tallada en la leyenda

Antonio Paneque Brizuela

Están en turno las estatuas de Matusalén, Pepe Antonio, el indio Hatuey, Julito el Pescador y Rosa la Bayamesa... el plan contempla los deseos de inmortalización individual de los cubanos...

     El Caballero de París, especie de estampa andante de La Habana, reflejada en Cuba virtualmente por todas las artes, acaba de ser abarcado por la escultura mediante una estatua del pintorescoel Caballero de París ahora cree que es turista y tiene dólares personaje caminando por las calles de la ciudad que, tomando de la quijotesca figura su brebaje mítico, la convirtió también en mito del deambular citadino.
     José Villa Soberón, escultor y cómplice de más de una componenda plástica para restaurar los tiempos, darle vida al pasado y retomar tradiciones, es el autor de esta obra que muestra a Julio Lledín, frente a la Basílica de San Francisco de Asís.
     Gestor de la estatua de John Lennon en el parque capitalino de 17 y 8, y de una de Germán Valdés (Tíntán) en Ciudad Juárez, Villa revela la paternidad de la idea que sitúa a Julio Lledín en medio de una trilogía de esculturas signadas por un mismo sello conceptual y de intenciones: colocar la obra sin que mediaran elementos entre ella y el público que la pudieran distanciar, "más al alcance de la gente", a fin de hacerla más participativa.
     "Tan pronto quedó inaugurada en el parque de 17 y 8 la escultura de John Lennon, con Fidel todavía presente — explica Villa — Eusebio Leal me solicitó que hiciera una estatua del Caballero de París para ubicarla cerca del lugar donde reposan desde hace un tiempo sus restos en la Plaza de San Francisco de Asís, en la acera de enfrente".
     Develada ya para el público, aunque se espera por su inauguración oficial, la escultura está al aire libre, como marchando por los sitios que frecuentaba en La Habana Vieja. Ha sido concebida, según su autor, "con el sentido de perpetuar en La Habana una imagen que durante décadas fue leyenda obligada de la ciudad y sobre la cual han hecho referencia expresiones culturales como la música, el cine, las artes plásticas y la literatura".
     Lejos de una presencia tranquila, sentada o recostada en los postreros lugares donde habitó Lledín, la escultura refleja su otra faceta vagabunda: el caminar por la ciudad que lo hizo famoso desde el lado más opuesto del éxito y dio vida a sus delirios hasta convertirlo en algo así como el alucinado más famoso de nuestra historia. "La escultura de este Caballero refleja una figura menos envejecida que la conocida por mi generación en los portales de la calle 23. Más joven, pues preferí situarlo aproximadamente en la década del 50 al 60".
     "Cuando al Caballero de París se le observaba con detenimiento, inspiraba mucha ternura y yo traté de que conservara esa expresión. Lo más difícil de conseguir fue darle una expresión cálida, bondadosa, que emanara tranquilidad, a pesar de tener una imagen fuerte con su pelo largo, su ropa y su capa.
     "Traté de concebir su imagen un poco como él fue realmente y un poco como, a lo mejor, él se imaginó que era".

Granma, 25 de octubre del 2001
 
 

Tarde feliz para Mayra Montero

     Fiesta del libro constituyó la presentación de la novela Como un mensajero tuyo, de la escritora Mayra Montero firmando ejemplares de su novelacubana residente en Puerto Rico, Mayra Montero. Escritores, artistas y público en general acudieron al Palacio del Segundo Cabo para entrar en contacto con esta importante voz de la narrativa latinoamericana, dueña ya de una prolífera obra, tanto en el campo de la cuentística como de la novela.
     Mirta Yáñez y Vitalina Alfonso tuvieron a su cargo la presentación de esta novela publicada por Letras Cubanas, primer título de Mayra Montero editado en la tierra que la viera nacer.
     En diálogo con el público, Mayra habló de sus inicios como periodista, profesión que sigue ejerciendo y a la que mucho tiene que agradecer su oficio literario. Se refirió a los múltiples elementos de ficción que se conjugan en Como un mensajero tuyo, cuya trama parte de las peripecias vividas por el cantante Enrico Caruso, en La Habana de 1920, tras una bomba que estallara en plena representación de Aída, en el Teatro Nacional. Reveló que tres eran las versiones que pudo recoger de testigos de la época y que finalmente se decidió por la que consideró más propicia para desarrollar sus intenciones de mirar en el entorno de una época, de una cultura y de elementos relacionados con religiones provenientes de Africa y de China.
     Recordó la autora que aunque en aquel tiempo Caruso estaba casado con una norteamericana, eran bien conocidas la debilidades del tenor por las faldas, e incluso su agresividad donjuanesca. Un terreno fértil para que naciera la tórrida historia de amor que ella narra entre el napolitano y la cubana Aida Petrirena Cheng.
     Tarde feliz para Mayra Montero, quien firmó muchos libros luego de declarar emocionada el valor que le otorga a sus raíces cubanas y la importancia que tiene para un escritor ser publicado en su país. (RPB)

Granma, 26 de octubre del 2001
 
 

Los encantos y promesas de la Isla del Coco

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En concierto nocturno la transgesora Marta Strada

Evelio Taillacq

     Temperamental, rebelde, diferente y auténtica, Marta Strada sigue siendo la intérprete que se ha distinguido por romper moldes y convenciones a lo largo de una exitosa carrera artística. Una personalidad que no se doblegó ante totalitarismos ni imposiciones. Una artista transgresora que llenó la vida nocturna de una época convulsa en su país y que, pese a la marginación a que se le condenó oficialmente, siguió siendo la estrella prohibida de toda una generación.
     Horas antes de su presentación estelar de este sábado a las 9:00 p.m. en el Hoy como Ayer (2112 S.W. 8 St. Miami. 305 541-2631), conversamos con la artista. ``Yo entré en el mundo del espectáculo sin proponérmelo'', confiesa y cuenta: ``Estudiaba canto con Mariana De Gonish y actuación con Antonia Rey y Andrés Castro por vocación, sin esperar nada, sólo porque me gustaba''.
     Una presentación ante la prensa y productores de televisión permitió un cambio radical en su vida. ``Me seleccionaron entre todos los alumnos para aparecer en TV cantando Prisionero, recuerda.
     ``Yo estaba casada con un gran hombre, Raúl Miranda (hermano del famoso deportista Willy Miranda y del legendario periodista Fausto Miranda) y tenía dos niños pequeños. Decía `yo no puedo dedicarme a cantar', imagínate'', pero, según nos narra, fue su esposo quien la alentó.
     ``Y me di a la tarea de buscar canciones extrañas, diferentes'' --como su manera de interpretarlas. ``Mariana, mi maestra rusa me decía que `no', que así no se podía cantar. Yo le decía que `así es como yo lo siento y no lo puedo hacer de otra forma'. Me dejó por incorregible'' y ríe al rememorar a quien fuera profesora de grandes cantantes líricas en Cuba.
     La carrera de la Strada --``puedes poner Marta Calle y me da igual''-- fue un meteoro y su rostro dramático, sus manos expresivas y el modo desgarrado y patético de interpretar marcaron una época violenta en la isla. ``Como amo la naturaleza, le pedí a mi familia --que estaba fuera del país-- que me mandaran canciones sobre el viento, la lluvia, el mar, los árboles'' y de España, Portugal, Italia y Francia le fueron llegando los temas que iba estrenando en la radio y televisión.
    Abrázame fuerte, En días como hoy --``fue un disparate gramatical que discutí mucho con la autora, pero así pegó''--, Abrete Sésamo, La mamma, Venecia sin ti, Perdóname mi vida y otros hits le sirvieron para marcar la diferencia en la canción que se escuchaba en la Cuba de los años 60. ``Todo marchó hasta que me vetaron y me sacaron de la radio y la televisión al final de esa década'', su carga emotiva y su intención irreverente, junto al hecho de no plegarse ante las normas que exigía la política cultural cubana, opacaron su fama.
     ``Pero tenía gente que me amaba y que, aunque no podía defenderme, sí asistía a los conciertos'' que muchas veces se hacían sin promoción, pero que se abarrotaban en La Habana. ``Ahora me he reencontrado con algunos de esos amigos'', y ése es el mayor valor que le da a su regreso al escenario.
     ``Hacía más de cinco años que no actuaba. Favio y Eduardo (los propietarios de Hoy como Ayer), tuvieron que convencerme para volver'', apunta Strada, quien incluirá este sábado, además de las canciones emblemáticas de su repertorio ``poemas controversiales'' y algunos estrenos.
     ``Le pedí a Jesús Cristo, quien es mi amigo, con quien converso y discuto, que me saliera bien la voz --hacía mucho que no cantaba-- y me salió un trueno luminoso, mejor que cuando empecé. El siempre responde a lo que le pidas. Menos dinero y cosas materiales, para eso es tacaño. Pero para lo demás, siempre cuenta con él''.

El Nuevo Herald, 26 de octubre del 2001
 
 

La galería Cernuda Arte presenta: Tropical Surrealism / Surrealismo Tropical

     Se trata de una exposición de obras pictóricas del joven artista habanero Sinuhé Vega, el cual ¿Y por qué se van? (And Why Do They Leave?), 2001, óleo sobre maderanació en La Habana en 1971, llegó a Estados Unidos en 1980 y marchó luego a estudiar a Florencia.  Jesús Hernández, en una reseña para el Diario Las Américas (19 de octubre del 2001) apunta acerca de la obra de Vega: "No hay naturaleza inerte en los lienzos de Sinuhé. Las frutas, como símbolo por excelencia del Trópico Caribeño, son moldeadas por el color y la forma dándole un movimiento que resulta en vida humana". Y añade más adelante: "Los temas suelen ser comunes. También las inquietudes del artista. La nostalgia, la razón, el amor, el deseo, la memoria y la esperanza" (p.4). La obra de Vega se inserta en un universo en el que la nota más característica es quizá la voluptuosidad de la mirada, ésa que -- espoleada por el deseo -- cubre y recubre las superficies carnosas, siempre apetecibles, de las frutas. Son las volutas del deseo las que, por ejemplo, hacen que una obra como "Los enamorados", cuya idea misma no puede ser más banal -- en lo que tiene de lugar común: dos peras inclinadas una sobre la otra -- se resuelva, no obstante, en la deliciosa síntesis de deseante complicidad que establece con el ojo del visitante a la galería.
La exposición estará abierta desde el 29 de septiembre hasta el 9 de octubre del 2001.  Cernuda Arte.  3155 Ponce de León Blvd., Coral Gables, FL 33134-6825, tlf (305) 461-1050, e-mail: rcernuda@bellsouth.net  www.cernudaarte.com

La Redacción
 

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