La saga crítica de Ismaelillo

Caridad Atencio. La Habana: Editorial José Martí, 2008.
ISBN: 978-959-09-0410-3

Jorge Camacho, University of South Carolina-Columbia

 

     La obra de José Martí, ya sabemos, ha sido el foco de múltiples valoraciones a través de los años. Como poeta, novelista, y cronista, Martí ha sido objeto de debate de todos los ángulos posibles, y es un referente obligado en cualquier discusión sobre el modernismo y la modernidad hispanoamericana. Lo ha sido en especial su primer poemario Ismaelillo (1882) que muchos críticos consideran el “iniciador” del movimiento lidereado por Rubén Darío, su cabeza más visible. En su libro La saga crítica de Ismaelillo (2008), Caridad Atencio, investigadora del Centro de Estudios Martianos de Cuba, hace un recuento de las aproximaciones críticas que se han hecho de este poemario, en un libro breve, de unas 80 páginas, y en una edición que podría llamarse de bolsillo. El libro lo conforman tres capítulos, seguidos por un breve número de notas explicativas. En cada capítulo se analiza un aspecto distinto de su recepción dentro y fuera de Cuba. Así, el primero de ellos se titula: “Sobre las ediciones de Ismaelillo en Cuba y el extranjero.” A este le siguen “Itinerario crítico de un clásico” y, finalmente, “Puntos de encuentro en un itinerario.”
     De los tres, el más importante es el segundo, donde Caridad Atencio resume las principales lecturas de los críticos, desde la publicación de Ismaelillo en 1882 hasta finales de la década de 1990. De este modo, la autora resume las tesis propuestas por Jorge Mañach, Cintio Vitier, Fina García Marruz, Mary Cruz, Carlos Ripoll, Enrico Mario Santí, y Arcadio Díaz Quiñones entre otros, señalando en cada caso los puntos que considera relevantes, y lo que cada uno de ellos aportó a la crítica del poemario.
     Con tal propósito, Atencio cita in extenso de todas estas fuentes, y agrega algún que otro comentario, casi siempre del tipo: “luminoso ensayo” (55), “un valioso ensayo” (58), que nos da una idea vaga de su opinión personal sobre el texto en cuestión. En esto reside una de las limitaciones del libro, ya que rara vez la autora nos dice por qué está de acuerdo o en desacuerdo con lo dicho, y a veces ni siquiera saca a relucir o profundiza en las polémicas que ha suscitado el poemario. Un caso típico resulta el lugar que ocupa Ismaelillo dentro de la genealogía del Modernismo, el carácter trascendental de muchas de sus figuras, – aspecto sugerido por Cintio Vitier, pero negado por los críticos marxistas en Cuba –, la cuestión de género, la voz profética, la validez de las lecturas alegóricas del poemario, las interpretaciones políticas de las figuras bíblicas que allí aparecen y que en el contexto de la revolución cubana, el exilio, y la politización del ideario de Martí son fundamentales. No tocar o profundizar en estos temas en un libro dedicado exclusivamente a Ismaelillo, es dejar fuera zonas importantes y todavía polémicas de los debates que rodean a Martí, mientras se deja al lector con la impresión de que se ha hecho un análisis algo apresurado. No obstante, al menos una vez Caridad Atencio menciona el tema político en la recepción del poemario cuando, casi al finalizar el segundo apartado se refiere a un artículo del escritor y ensayista cubano Leonardo Padura que, según ella, tiene como contexto “un periodo de intensa ideologización en el seno de la intelectualidad cubana, y se ocupa, entre otros asuntos, de ubicar la poética martiana en un ángulo diferenciado con respecto al Modernismo hispanoamericano, vinculándola fundamentalmente con la vida política nacional, y haciendo énfasis en el carácter realista del poemario” (80). Pero ¿acaso no es posible afirmar que los estudios martianos en Cuba y fuera de Cuba se han caracterizado casi siempre por su politización, incluso en un libro en el que la política no aparece de forma explícita? ¿No se ha centrado este debate en la oposición puramente política entre Martí y Darío, entre Martí y el modernismo que los críticos marxistas como Juan Marinello y Fernández Retamar han tachado de escapista, exótico y superficial? ¿A qué se refiere Atencio entonces cuando dice que el artículo de Padura, publicado en 1982, surge en un “periodo de intensa ideologización en el seno de la intelectualidad cubana”? ¿Es que dejó de haber esa intensa politización alguna vez? Atencio no lo dice, pero hay algo importante a destacar en su libro, que nos puede dar una pista al respecto, y es que a diferencia de otras lecturas de Martí en Cuba, la suya incluye las valoraciones de intelectuales cubanos en los EE.UU., a los que llama “residentes.” Así, una de las mayores muestra de simpatía intelectual Caridad Artencio las dedica a críticos como Carlos Ripoll y Enrico Mario Santí, cuyo ensayo (el de Santí) califica de  “luminoso”, ya que según afirma, este crítico no solamente analiza el libro en su “condición íntima, contextual, épica o intrínsecamente literaria sino como manifestación del pensamiento y la cultura modernos” (51). A pesar de que en todo momento la autora del libro trata de hallar un balance entre la crítica de Ismaelillo dentro y fuera de Cuba, es de notar que los ensayos más importantes sobre el libro se han escrito fuera, aunque estos no han tenido el impacto que debieron haber tenido dentro. En especial, los ensayos como el de Santí, escritos a partir de la década del 80 en la Academia norteamericana, y que hacen uso de nuevas perspectivas críticas y teóricas son casi desconocidos en la Isla, y rara vez son citados por los especialistas. Esa división, nuevamente, es de tipo ideológica, lo cual dificulta a cada momento el diálogo crítico entre los especialistas y el público en general, obstaculizándose así el avance de las ideas. No obstante, repito, la sola inclusión de críticos como Ripoll, Santí, Rosario Rexach y de otros críticos exiliados en los EE.UU. en este libro es un signo alentador que no debería pasarse por alto. Llama la atención, además, que en la reseña de este estudio aparecida en el diario Granma Órgano oficial del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, se afirma que es un libro  de “intención desacralizadora de la obra martiana,” ya que “la investigadora objeta el criterio de que todo en la vasta literatura de Martí debe verse como obra maestra. Este presupuesto, por consiguiente, le permite acercarse a Ismaelillo, el primer libro de poesía publicado por el propio autor en 1882, con una visión abierta, nada conservadora, pero ampliamente documentada.” (1) No dice Leyla Leyva, la autora de esta reseña para Granma, sin embargo, qué entiende por “visión abierta, nada conservadora” de este ensayo, ya que Caridad Atencio se limita a reseñar los artículos ya publicados y formula muy pocos juicios acerca de ellos. Creo que si hay algo novedoso en este libro, no es su “intención desacralizadora,” sino la inclusión de estos autores expatriados y el respeto y reconocimiento de su trabajo crítico por un investigador de la isla.
     Finalmente, la autora dedica la mayor parte del libro a reseñar los artículos aparecidos en la década de 1980 y la última referencia crítica es de 1999. En esto reside, creo yo, otra de las limitaciones de esta “saga,” ya que entre la fecha de este ensayo y la publicación de su libro han transcurrido casi diez años. No es, por lo tanto, como dice la contraportada, “un resumen de las diversas opiniones que hasta hoy se han expresado sobre este texto.” Considero que si la autora se proponía hacer un recuento de toda la “saga” crítica del libro, los ensayos, traducciones y nuevas ediciones del libro que se han publicado desde entonces también debieron incluirse. En resumen, el libro de Caridad Atencio puede ser considerado como un estudio introductorio, general y bastante abarcador de lo que se ha escrito sobre el poemario martiano, tanto en Cuba como en el extranjero. Aún con las limitaciones apuntadas, se trata de un libro que cualquier estudioso del primer libro de Martí debe consultar.

 

Nota:

1. Leyla Leyva. “Mirar a Ismaelillo” Granma Órgano oficial del Comité Central del Partido Comunista de Cuba 4 de abril 2009. Disponible en la siguiente dirección electrónica:  http://www.granma.cubaweb.cu/2009/04/14/cultura/artic01.html